Una vez más, el Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York
(DOHMH) quiere asegurarse que los neoyorquinos –especialmente los padres
de familia– entiendan los peligros que para la salud esconde el consumo
de bebidas azucaradas como sodas y refrescos de frutas, entre otras.
Este lunes el DOHMH lanzó una nueva campaña publicitaria que tiene
como título: “The Sour Side of the Sweet” (“El lado agrio de lo
dulce”), que busca educar sobre los efectos nocivos que tienen bebidas
dulces como las sodas, té helado azucarado, bebidas deportivas, bebidas energéticas, ponche de frutas y otras bebidas con sabor a fruta.
Según un reporte del DOHMH, la ingesta de esas bebidas se ha reducido
entre los adultos neoyorquinos –1.5 millones reportaron consumir una o
más bebidas azucaradas
diariamente en 2015–, pero su consumo sigue siendo alto entre los niños
menores de 5 años, especialmente los latinos y los afroamericanos,
quienes tienen tasas tres a cuatro veces más altas que los niños
caucásicos.
“Nuestro ambiente no siempre ofrece opciones saludables, y las bebidas azucaradas
a menudo se comercializan desproporcionadamente hacia los jóvenes, en
barrios de bajos ingresos y comunidades de color”, dijo la vicealcaldesa
de Salud y Servicios Humanos, la doctora Herminia Palacio.
Según las autoridades de Salud neoyorquinas, entre los efectos negativos que tienen estas bebidas sobre la salud destacan el sobrepeso, la obesidad y la diabetes
tipo 2. Esta son, precisamente, enfermedades crónicas que tienen tasas
muy altas en barrios latinos y afroamericano y que son causantes de
muertes prematuras.
“Las bebidas azucaradas pueden conducir al aumento de peso, que está vinculado a la diabetes
tipo 2, hipertensión arterial y enfermedades del corazón -algunos de
nuestros problemas de salud más preocupantes. Consumir estas calorías
vacías también está asociado con la caries dental”, dijo la comisionada
de Salud de Nueva York, la doctora Mary T. Bassett.
Como parte de esta iniciativa, el sistema de hospitales públicos de
la Gran Manzana (NYC Health + Hospitals), que sirve a más de un millón
de neoyorquinos anualmente, anunció que eliminará las bebidas azucaradas (excluyendo jugos que sean 100% de frutas) de sus máquinas expendedoras. Ya los hospitales habían dejado de servir bebidas azucaradas con las comidas del paciente.