(Agencias de Noticias)
El periódico ElClarín hizo una remembranza de cómo fue el última día previo al ACV, el día maldito para muchos de sus fans, el 15 de mayo del 2010.
Cerati había dado un concierto espectacular en Venezuela, era su
última presentación tras una jornada de trabajo muy pesada, pues había
comenzado desde la grabación del disco Fuerza Natural y posteriormente
con su gira del mismo nombre.
Según cuenta el sonidista y uno de los mejores amigos del músico, Taverna,
que fue el primero en percatarse que Gustavo Cerati no andaba bien.
Relata que tras cada concierto tenían la costumbre de reunirse en una
foto de toda la banda y equipo del artista.
"Fernando Samalea, el baterista, estaba trepado a una silla de
plástico, acomodando la cámara arriba de un mueble para que disparara en
automático. Mientras se amontonaban según las indicaciones de Samalea,
se dieron cuenta de que faltaba Gustavo y alguien le gritó que fuera,
que sólo faltaba él."
Gustavo apareció a último momento y se paró atrás de Taverna. Tras
este ritual el sonidista volteó a Cerati para decirle algo y lo vio
pálido, con los ojos perdidos.
Le preguntó si sentía bien, el músico abrió la boca para contestar,
pero no dijo nada, como si los músculos de su mandíbula no encontraran
las palabras. El cantante optó por irse a su camerino y por preocupación
sus amigos fueron detrás de él, donde lo encontraron en un estado
preocupante, por lo que le hablaron a los paramédicos y poco después a
la ambulancia donde fue trasladado hacia el hospital. Gustavo se podía
mover pero estaba como abrumado, lento, y no podía hablar. (...)" dice
Taverna.
Mientras atravesaban Caracas a la medianoche, el músico parecía
delirar, acostado en la camilla con la mirada perdida. Fueron para el
hospital "La Trnindad", donde se encontraron que sólo había luz para los
pacientes de terapia intensiva, por lo que fueron a hacerle estudios a
otro hospital cercano a la zona.
Una hora después, cuando terminaron de hacerle los exámenes, lo
volvieron a trasladar a La Trinidad, donde ya había regresado la luz .
Optaron por dejar al músico unas horas en observación, pues nadie tenía
un diagnóstico de su estado, cerca de las cuatro de la mañana lo
alojaron en la suite presidencial del tercer piso y llamaron por
teléfono a un cardiólogo. Gustavo Cerati despertó en La Trinidad
consciente y aturdido .
La segunda noche en el hospital para el músico fue de poco sueño, y a
la mañana, cuando las enfermeras entraron a la habitación para
revisarlo, lo encontraron sacudiéndose y agarrándose la cabeza. Optaron
por llevarlo a hacer una tomografía, pero el compositor no dejaba de
moverse. Gustavo siguió moviéndose, hasta que en un momento pareció
quedarse dormido.
Lo volvieron a acostar en la camilla y lo empujaron por los pasillos
hacia otra sala para hacerle un centellograma. Cada tanto abría los ojos
muy despacio y los volvía a cerrar. Cuando llegaron, la camilla no
pasaba por la puerta y Taverna tuvo que cargarlo. Lo sentó en la máquina
donde le iban a hacer el estudio. Tenía la mirada perdida y la boca
entreabierta. Después del estudio lo volvió a cargar en la camilla, lo
tapó con una frazada y los enfermeros lo llevaron al cuarto piso para
hacerle otro análisis. Media hora más tarde lo dejaron en la habitación y
decidieron avisarle a la familia. Gustavo había sufrido un ACV y su
cerebro se había inflamado tanto que estaba haciendo presión contra el
cráneo.
Así fue como Gustavo Cerati permaneció durante más de cuatro años para después dejar de vivir un 4 de septiembre de 2015.