Por
Nolagko Nolasco.-
El magnate norteamericano Donald Trump, al momento de
anunciar sus aspiraciones a la presidencia del país más poderoso del
mundo, criticó con crudeza la migración de los mexicanos hacia los
Estados Unidos, algo premeditado que sirvió como carnada para que muchos
famosos latinos lo pusieran en el mapa político.
El
multimillonario republicano se dirigió en estos términos “México manda a
su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón
de problemas. Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo
que hay algunos que son buenos”
Es
a partir de esta provocación que una gran artillería de famosos
latinos, en su mayoría artistas, enfilaron sus cañones hacia el
excéntrico empresario, iniciándose así su carrera alcista en las
encuestas que lo situaban hasta ese momento en el lugar número once de
doce aspirentes existentes.
La
primera sirena de alarma la tocó el presidente de Venezuela Nicolás
Maduro a quien le siguió Jorge Ramos, Cristian de la Fuente, Romeo
Santos, Maná, Shakira, Emilio Estefan, Salma Hayek, Paulina Vega,
Eugenio Dervez, Antonio Banderas, Pitbull, entre otros.
La
trampa tendida por el aspirante republicano fue más allá de lo
esperado. Televisa y NBC de USA, terminó su relación comercial con él, y
por ende Carlos Slim dejó claro que no se transmitirían los concursos
de belleza Miss USA y Miss Universo.
Más
adelante indicó (Trump) que demandaría a estas empresas de comunicación
por más de quinientos millones de dólares. “Competir para presidente es
mucho más importante para mí, francamente, que transmitir el concurso
de Miss Universo”. afirmó sobre la desición de Univisión.
Ricky
Martin canceló un tornéo de golf que se llevaría a cabo en un campo de
este deporte propiedad del personaje en cuestión. Lo mudó al campo
Wyndham Grand, en Río Grande, Puerto Rico.
El
contraataque despertó el interés, de la gran masa conservadora
norteamericana. Se sintió identificada con las famosas declaraciones de
Trump, pues esto lo diferenció de los dos candidatos con mejores números
en las encuestas repúblicanas, el senador Marco Rubio, de padres
cubanos, y el exgobernador de Florida Jeb Bush, quien está casado con
una mexicana.
Para
muchos norteamericanos, su manera franca en el hablar ha roto con el
estilo tradicional de los políticos porque dice lo que siente y que la
mayoría de ellos no se atreve a decir. Trump los ha criticado acidamente
enrostrándoles que solo hablan y no hacen nada.
Dos
meses después del lanzamiento de su candidatura el 16 de junio, las
encuestas lo sitúan no solo por encima de sus contrincantes del Partido
Republicano, sino también en el universo de todos los aspirantes
incluyendo los del Partido Demócrata. Las últimas encuestas le otorgan
un 22% mientras que su más cercana competidora es Hillary Clinton con un
14%.