Hace dos mil años, (en el 30 a. C), la última reina
del Antiguo Egipto, Cleopatra, se encerró en una cámara privada para
terminar con su vida. En ese entonces, el emperador romano Marco Antonio
-con quien mantenía un romance- se había suicidado, y Octavio Augusto
le había quitado el poder de su reino.
Con el tiempo su existencia se ha hecho emblemática y
alrededor de ella se han establecido versiones sobre su personalidad,
amoríos y derrotas, algunas de las cuales no son como se creen, de
acuerdo a información del diario Abc:
1. Eligió Hispania
como posible destino después de ser derrotada por Octavio. Tras ser
perseguida por sus enemigos (consecuencia de la derrota en la batalla de
Actium) se refugió en su palacio, donde ordenó que sus embarcaciones
fueran preparadas para pasar el Mar Rojo, en dirección a Arabia, para
escapar. Se dice que por un momento contempló dirigirse a Hispania.
2. No poseía gran belleza
La propaganda romana mostraba a una Cleopatra que se aprovechaba de sus
atributos para seducir a los hombres, pero no era cierto, inclusive no
era tan bella como se cree. La realidad de esta reputación residía en
que los hombres disfrutaban de su compañía por su capacidad de discutir
de temas complicados, gracias a que hablaba doce idiomas y fue educada
en matemáticas, oratoria y astronomía.
3. Formó un "Club de borrachos"
con Marco Antonio. Según History Channel, la egipcia y el romano
fundaron hacia el año 41 a. C. un Club de Borrachos donde estuvieron un
año realizando orgías y bebiendo hasta el cansancio. Se dice que solían
vomitar y que, inclusive, salían a las calles de Alejandría a hacer
bromas pesadas.
4. Le gustaba sorprender a mandatarios extranjeros. Cleopatra
tuvo un primer acercamiento con Julio César en el año 49 a. C, en esa
ocasión, aprovechó para usar un vestido llamativo y esconderse en una
alfombra real para el encuentro.
Con el que sería su esposo, Marco Antonio, apareció vestida de afrodita y ordenó a sus siervos disfrazarse de cupidos.
5. Tal vez no murió por picadura de serpiente.
A pesar de ser la más cercana versión oficial de la muerte de
Cleopatra, algunos historiadores están en desacuerdo con esta leyenda,
pues en el año 30 a. C , Plutarco señaló que era imposible averiguar la
causa del fallecimiento, y comentó que la egipcia acostumbraba llevar
veneno oculto en su ropa. Otras versiones dicen que pudo clavarse un
cuchillo o picarse con un alfiler con veneno de cobra.