(CNN)– Un nuevo frente de alta
tecnología ha sido abierto en la batalla para salvar monumentos antiguos
invaluables bajo la amenaza de ISIS.
Un equipo de arqueólogos han
desarrollado una cámara digital de tercera dimensión que puede capturar y
obtener un registro de edificios y artefactos, enviándolos a miles de
lugares en Medio Oriente y más allá.
Los expertos están solicitando la ayuda de gente que vive cerca de
estos monumentos para capturar imágenes, que podrían ayudarlos a
construir réplicas de estos, en caso de ser destruidos.
“La gente en Siria tiene la misma historia cultural que tenemos en
Nueva York o Boston, dijo Roger Michel, director ejecutivo del Instituto
para Arqueología Digital, un grupo integrado por personal de las
universidades de Harvard y Oxford, que presentaron este proyecto.
El instituto ha estado trabajando en el proyecto por unos cinco años,
pero comenzó a tomar acción en los últimos meses debido al rango con el
que ISIS está destruyendo objetos invaluables.
Los militantes recientemente dinamitaron el Templo de Baalshamin
en la ciudad de Palmira, Siria, que tenía una antigüedad de 2.000 años,
un acto que fue considerado como “un crimen de guerra”, según expresó
la organización cultural de Naciones Unidas, la Unesco.
Una semana antes, Khaled al-As'ad, el exadministrador general de
antigüedades y museos de Palmira, fue decapitado públicamente por ISIS.
Durante la ola de destrucción brutal y sin precedentes del grupo
terrorista, los militantes también destruyeron las ruinas de la antigua
ciudad de Nimrud e hicieron polvo las estatuas del Museo Mosul con
mazos.
La propaganda de ISIS ha dicho que está destruyendo las imágenes de dioses falsos.
Reconstruyendo la destrucción
Las imágenes en 3D de edificios y artefactos podrían ser usadas en el
futuro para construir réplicas de monumentos destruidos, quizás
utilizando impresas en 3D, dijo Michel.
La base de datos también podría proveer una poderosa herramienta
forense para los investigadores. Por su parte el Buró Federal de
Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), que recientemente le
pidió a los coleccionistas de arte estar alerta por antigüedades
robadas, a fin de identificar objetos que han sido tomados por ISIS y
vendidos en el mercado negro.
“Si tenemos fotografías de estos objetos en Nimrud y los podemos
rastrear mediante un localizador con una hora y fecha estampada en
ellos, entonces esos objetos jamás podrán ser vendidos”, dijo Michel.
Una cámara 3D por tan solo 27 dólares
Alexy Karenowska, una física de la Universidad de Oxford, diseñó la cámara.
La experta describió el aparato como uno “robusto y relativamente simple de operar”, con un costo de alrededor de 27 dólares.
“La tecnología digital y la óptica que va en estas cámaras es relativamente barata”, dijo Karenowska.
"Estamos capitalizando un desarrollo exponencial de tecnología de cámara digital que se ha desarrollado en los últimos años”.
El grupo de expertos busca distribuir unas 5.000 cámaras para
diciembre próximo, todas equipadas con tarjetas de memoria y baterías
que podrán ser reemplazadas.
Uno de los mayores desafíos ha sido el de poner las cámaras en los lugares apropiados.
El instituto se ha vinculado con organizaciones civiles como la
Unesco que está distribuyendo la mayor parte de las cámaras, y el resto
de los aparatos está siendo entregados a un grupo de personas que
trabajan en el campo.
Tanto Karenowska como Michel dijeron que mantener sus operativos en
un campo seguro es una prioridad. Las cámaras han sido diseñadas para
“no verse como nada especial en caso de que una persona sea arrestada
con ellas”, dijo Michel.
Secrecía, un arma importante
Junto a la Unesco, el instituto está compilando una lista de
monumentos que tienen más riesgo de ser destruidos y que deberían ser
fotografiados primero.
Debido a la naturaleza sensible del proyecto, Karenowska no
compartirá los nombres de los monumentos específicos o los lugares donde
se encuentran.
“El objetivo es que esta lista no llegue a manos de ISIS. La secrecía es un arma importante”, dijo la experta.
Siria es una de las áreas en donde el equipo está viendo con lupa.
Michel agregó que el proyecto, con un presupuesto anual de 2,3 millones de dólares, busca tener su base de datos en 2016.