PUERTO RICO.- El Paseo La Princesa, en el casco
histórico del Viejo San Juan, se organiza para festejar este domingo la
primera boda gay múltiple en la isla caribeña, luego de que el Tribunal
Supremo de EE.UU. declarara constitucional esas uniones en junio pasado.
Unas 63 parejas del mismo sexo unirán sus vidas
mañana ante líderes de distintas congregaciones religiosas en el sector
histórico de San Juan, donde ubica la sede de la Compañía de Turismo de
Puerto Rico, agencia que promueve la isla como destino internacional de
bodas para personas del mismo sexo.
La activista homosexual y organizadora del evento,
Ada Conde, sostuvo en rueda de prensa esta semana que cada pareja
decidirá con qué celebrante religioso contraerá su matrimonio, ya que
habrá representantes de diferentes confesiones religiosas, incluida la
musulmana y la budista.
La también presidenta de la Fundación de Derechos
Humanos agregó que la fiesta arrancará oficialmente a la 13.00 hora
local (17.00 GMT) con un cóctel de bienvenida a invitados y
contrayentes, para luego proceder con la marcha nupcial con la que dará
inicio la ceremonia.
"Este es un evento histórico para Puerto Rico y el
mundo. Esto no es un 'show', no es una parada (desfile), es una
ceremonia solemne. Hemos querido regalarle el fruto del sacrificio por
toda la discriminación de ver su sueño realizado", indicó Conde.
Conde, casada legalmente con Ivonne Álvarez, dijo
además que de las 63 parejas, 4 renovarán sus votos, y que de entre los
contrayentes habrá cubanos, chinos, venezolanos, dominicanos, haitianos y
personas del estado de Hawai (EE.UU.).
Conde señaló que los nuevos matrimonios se
beneficiarán de los mismos derechos con que cuentan las parejas
heterosexuales como realizar conjuntamente las declaraciones sobre
ingresos, los derechos de pensiones y el de herencia, tal y como
estipula el Código Civil de Puerto Rico.
La ceremonia múltiple se llevará a cabo después de
la decisión del pasado 26 de junio del Tribunal Supremo de EE.UU. de
declarar constitucional estas uniones, lo que afecta a Puerto Rico como
Estado Libre Asociado al país norteamericano.