Por: Miguel Melenciano
Alguien
dijo una vez: "Agua derramada, no se puede recoger; Agua pasada no
mueve molino". Pero del fracaso, si se puede aprender, cuando tenemos un
concepto correcto del fracaso, y tenemos una concepción que potencia
nuestro éxito.
Nuestro
amigo Geraldo Díaz, mejor conocido como el Toro, por la fuerza con la
que embiste cuando asume en sus manos un proyecto en el que cree, es un
hombre que ha aprendido con los años a sobreponerse a las caídas,
levantarse nuevamente y sobre las cenizas erigir un edificio. Actitud
que lo exime de ser un fracasado.
Esto
lo demuestra el nuevo proyecto que, cautelosamente, sin afán ni apuro,
ha venido trabajando en el área que ha sido exitoso: la música.
Sin
ruido, como un escultor que desarrolla elementos aparentemente
opuestos, trabaja con las manos pero también con energías inimaginarias.
Rey
John, un joven de pueblo, con condiciones vocales exenciónales, y con
capacidad para escribir bellas canciones, es el nuevo descubrimiento de
Geraldo “El Toro” Díaz. A quien como el mármol, cuida muy bien para
mantenerlo en perfecto estado y, por esta razón, le ha dedicado gran
parte de su tiempo, inclusive, abandonando los históricos “Toros Band”.
Hemos
sido testigos de primera mano, junto a un conglomerado de empresarios
dominicanos radicados en esta ciudad, de las cualidades músico-vocales
que adornan a Ray John, la nueva joya, que en la clandestinidad, pule
el Toro. Por lo que te deseamos éxitos en este nuevo proyecto, se lo
merece.