La vida les cambió a los
campesinos de Cana Chapetón, Montecristi. Electricidad y agua en tubería
consiguieron para el reguío de sus tierras. Producir fue primero. Ahora, casas,
cancha, play, iglesia y calles asfaltadas. Hogar de bienestar.
Danilo Medina los visitó
el 3 de marzo del año pasado. Les habló clarito. Palabras más, palabras menos,
les dijo que si querían la ayuda del gobierno tenían que cambiar la manera de
imaginar y de construir el bienestar. Faltan calles, aceras, contenes,
canchas, estadios de beisbol, clubes y hasta iglesias, casas propias y
bonitas, nadie lo pone en duda. Salta a la vista. Pero, ¿de qué sirve tener
todo aquello si no hay comida, si no hay de qué vivir?
El presidente Medina les
propuso comenzar por el principio (poner a producir la tierra) y luego ir, poco
a poco, asfaltando, construyendo y entregando casas propias, construyendo
mejores locales para socializar, orar o hacer deporte.
El cambio que ha ocurrido en esta
comunidad fue difundido hoy por la Dirección General de Comunicación de la
Presidencia a través del video y la nota titulados: “Hay un cambio grande” (http://bit.ly/1eCyTjV).
En ellos se explica que en
una labor conjunta, IAD (Instituto Agrario Dominicano), INDRHI (Instituto
Nacional de Recursos Hidráulicos) y EDENORTE (Empresa Distribuidora de Energía
en el Norte de nuestro país) colocaron 26 kilómetros de tendido eléctrico,
adquirieron 4 electrobombas y una motobomba, plantaron 252 tubos y construyeron
un reservorio de agua de 3 millones de metros cúbicos. Hubo agua por siete
llaves y veinte tubos, al decir de José Disla.
16,596 tareas de muy buena tierra,
una vez medianamente productivas, y de las que viven unas 1,000 familias fueron
habilitadas para producir con gusto y beneficios.
Ocurrió hace unos meses, lo que nunca
se había hecho en 50 años. Desde 1963, con Juan Bosch.
Primero fue atender la tierra, donde
habita la riqueza del campo. Ahora le tocó el turno al pueblo, donde habitan los
y las que ponen a parir la tierra.
Se construyeron 50 casas, se
asfaltaron las calles del pueblo, se construyó una cancha, un play y una
iglesia.
Se acabó el polvazo y tener que
forrar los muebles de la sala con varias sabanas. La manguera para regar el
frente de la casa ya la pueden regalar.
De Cana Chapetón nadie quiere
mudarse. Ahora.
Para que veas que todo cuanto te
hemos dicho hasta aquí es cierto, muy cierto, te invitamos a ver este video con
sus fotos. Luego compártelos con tus amigos y familiares.