El cantautor presenta Tempest, el 35º álbum de su autoría con el que celebra medio siglo de carrera. Es uno de los máximos representantes de la música contemporánea
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Bob Dylan, de 71 años, quien lanza este 10 de septiembre su álbum Tempest, el número 35 en 50 años de carrera, es una leyenda viviente
de la música popular estadounidense del siglo XX, un pionero de la
canción comprometida y una gran influencia para varias generaciones de
artistas.
De trovador de folk en los cabarets de Greenwich Village en Nueva
York, en los albores de los 60, hasta la superestrella condecorada en
mayo pasado por uno de sus 'fans', el presidente estadounidense Barack
Obama, Robert Allen Zimmerman siempre ha seguido su propio camino de genio musical, rebelde e impredecible.
Este nieto de inmigrantes judíos rusos nacido el 24 de mayo de 1941 en Duluth (Minnesota) continúa paseando su armónica y su guitarra
por las cuatro esquinas del planeta en una gira denominada "Sin fin".
Estuvo este verano boreal en Europa y continuará hasta fines de
noviembre en los EEUU.
Aunque no haya lanzado más que un pequeño número de grandes álbumes tras la apoteosis creativa de los años 1965-1975, sigue siendo -junto al tandem Lennon-McCartney- uno de los cantantes-autores-compositores más influyentes de la historia de la música, muchas veces copiado, pero nunca igualado.
Durante su juventud, como la mayor parte de los adolescentes estadounidenses, Bob sucumbió al encanto del rock con Elvis Presley y Jerry Lee Lewis antes de formar su propio grupo.
En 1959, siendo estudiante en la Universidad de Minneapolis,
descubrió a los pioneros del blues, del country y del folk: Robert
Johnson, Hank Williams y Woody Guthrie. En esa época, adoptó el nombre artístico de Bob Dylan.