En confesiones al Vancouver Sun, la actriz de origen canadiense revela que está cansada de su propio personaje y ha prometido: “No más biquinis” (ni siquiera para promocionar el vegetarianismo en los famosos posters de PETA).
“He llegado a un punto en mi carrera en que no quiero hacer otro show de televisión y no quiero hacer otra película”, escribe de puño y letra Pamela. “Tengo dos casas en Malibú, y otra que me estoy construyendo en Canadá, y me gusta poner el corazón en lo que estoy haciendo. He llegado al ecuador de mi vida y creo que es cuando todos dejamos de sentirnos invencibles y empezamos a pensar en las cosas más importantes. Así que voy a seguir por ese camino, y dejar de posar en biquini”.
Cocinar, hacer la lavandería, doblar toallas… Así se le va el tiempo últimamente a Pamela, que está pensando en darle también una vuelta de tuerca a su activismo vegetariano. “Cuando a mis hijos les preguntaron qué hacían sus padres, ellos respondieron: ‘Mi padre es una estrella del rock y mi madre se dedica a rescatar animales’. Estoy orgullosa de lo que dijeron porque sé que puedo ser un ejemplo para ellos. Hay que enseñar a los niños a ayudar a los demás”.