El actor de 70 años, que actualmente vive en Los Angeles, llegó a Sydney la semana pasada para asistir al funeral de su madre, Florence Hogan.
Luego de aterrizar el viernes, Hogan recibió una orden de la Oficina Australiana de Impuestos que le prohíbe salir del país hasta que arregle una deuda multimillonaria con el fisco, dijo el abogado Andrew Robinson.
"Estas podrían no ser las circunstancias apropiadas para hacer a Paul prisionero de Australia", dijo Robinson al medio de comunicación Australian Broadcasting Corp.
La orden fue "absolutamente devastadora" para la esposa de Hogan, la también actriz coestelar de Cocodrilo Dundee, Linda Kozlowski, y para su hijo de 12 años, Chance, quienes continúan en Los Angeles.
Las autoridades australianas libraron con Hogan una batalla legal por cinco años en tribunales de los Estados Unidos y Australia, mientras investigan evidencia de que usó cuentas bancarias en el extranjero para ocultar ingresos desde que su película Cocodrilo Dundee se convirtió en un éxito internacional en 1986.