Marcel Guerra.
Qué pena….
El devastador terremoto que la pasada semana sembró luto, muertes y desgracias en Haití, ha sido la mejor muestra de cómo un pueblo como el nuestro se solidariza en los momentos de desgracia de su único vecino por tierra.
Esta solidaridad mostrada en cientos de operativos realizados dentro y fuera de Santo Domingo, puso sobre el tapete el tema de la información.
No se trata de la cobertura noticiosa que se desarrolló con la capacidad tecnológica de los canales d television local y en menor proporción la información cubierta por la radio.
Era penoso escuchar los reportes realizados desde “El Lugar del Hecho”, por noveles informadores que se escuchaban y se veian nerviosos y en otras oportunidades tratando de hacer noticias que en el fondo no decían nada.
Fue y sigue siendo desastroso lo que tuvimos que sufrir cuando muchachos y muchachas de varios canales informaban desde la frontera y no sabían dónde estaban.
Parecería que los llevaron y les dijeron…”aquí se va a trasmitir”.
De ahí quedará la amarga experiencia de que muchos canales locales tienen su señal en satélites de televisión abierta.
Qué pena que en las redacciones de los noticieros no se dieran cuanta de la situación de falta de formación de sus comunicadores.
Por supuesto, ellos no son culpables.
Pero la historia del terremoto de Haití, dejo muy mal parado a muchas televisoras que pusieron el esfuerzo informativo en manos de jóvenes sin formación para ir a cubrir un evento de tal trascendencia.
Que pena!.
.jpeg)
