Detrás de 'Resistiré' está la historia del extremeño Carlos Toro Gallego, el padre del autor de la letra que ahora suena a todas horas en la España que resiste
Me dio pena ver, la otra tarde, como Caridad intentaba tocar el saxo en su silla de ruedas. Quería dar vida a la canción 'Resistiré', el nuevo himno de España contra el maldito coronavirus; pero, no podía. No tenía fuerzas; no había fuelle y las notas no salían bien. Para que dejara de malgastar la poca energía que le queda, le pregunté:
–Oye. ¿Tú crees, como dicen algunos, que está canción es una copia de la de 'Sobreviviré' de Gloria Gaynor?
–Bueno, vamos a ver, – dijo dejando el saxo cuidadosamente en el sofá –. Yo creo que no. Es cierto que la canción de Gaynor es de 1978 y 'Resistiré' de 1988, y hay cierto parecido, pero no tanto como para ser considerado un plagio. La música de 'Resistiré' la hizo Manuel de la Calva para el Dúo Dinámico, que, por cierto, los dos tienen 83 años y siguen cantando; en 2016 en el Festival Sonorama de Aranda del Duero.
–Y la letra... ¿se parecen en algo las de las dos canciones?
–En nada. La de 'Sobreviviré' es la clásica de una persona que se repone de un mal de amores; pero la de 'Resistiré'... ¡es una pasada! Se la encargó Manuel de la Calva al periodista y letrista Carlos Toro Montoro. Le dijo que le había impresionado una frase que repetía Camilo José Cela, y que fue el título del discurso que dio al recibir el Premio Príncipe de Asturias en 1987: «En España, el que resiste, gana». Y Carlos Toro hizo una letra que sirve para tener la suficiente fuerza para salir de todos los males. – Recitó entonces parte de la letra – «Cuando pierda todas las partidas./ Cuando duerma con la soledad./ Cuando se me cierren las salidas/ y la noche no me deje en paz./ Cuando sienta miedo del silencio./ Cuando cueste mantenerme en pie./ Cuando se rebelen los recuerdos/ y me pongan contra la pared./ Resistiré, erguido frente a todo./ Me volveré de hierro para endurecer la piel/ y aunque los vientos de la vida soplen fuerte,/ soy como el junco que se dobla/ pero siempre sigue en pie./ Resistiré, para seguir viviendo,/ soportaré los golpes y jamás me rendiré...».
Fue en ese momento cuando se apareció el difunto Sanjosé y se metió en la conversación.
–Pues igual no lo sabéis, pero este nuevo himno popular de España... tiene una gran vinculación con Extremadura.
–¡Anda ya! No me lo creo – le dije más que nada para picarle.
–¡Mira, juntaletras! – Me dijo enseñándome un recorte de prensa – En esta entrevista que el periodista Antonio Castillejo hizo hace una semana a Carlos Toro, él dice que para el mensaje de esperanza de la canción quizá se inspiró en su padre; y dice textualmente: «fue uno de los perdedores de la Guerra y estuvo condenado a muerte; pero mi madre se movió angustiada, y logró acceder por carta a Carmen Polo y que Franco le conmutase la pena por la de cadena perpetua que finalmente, cuando llegaron los indultos, acabaron siendo 19 años de prisión».
–¿Y?
–¡Me cago en la leche! – dijo el difunto, y enseñándome otro recorte siguió – Y aquí, en la publicación 'El Salto', el historiador Julián Vadillo señaló hace unos días, que la canción 'Resistiré' esconde la historia de un hombre represaliado por el Franquismo, la historia del padre del autor de la letra, la historia de Carlos Toro Gallego, que ¿de dónde era este hombre, eh, de dónde era? – me preguntó y él mismo se respondió – ¡De la provincia de Cáceres! ¡De Jaraicejo! Que, por si no lo sabes, juntaletras, está entre Trujillo y Navalmoral de la Mata.
Por si acaso me la estaba colando, cuando desapareció puse el nombre de Carlos Toro Gallego, en la base de datos de represaliados por el franquismo en Andalucía, Extremadura y Norte de África, en la página web todoslosnombres.org, y allí decía claramente que sí, que había nacido en 1907 en Jaraicejo. Llamé al historiador José Hinojosa, que me lo confirmó, «para una investigación – me dijo – hablé con un vecino de Jaraicejo que le conoció y me dijo que acababa de morir, no sé si fue por el año 1993 o 1994. En Jaraicejo el Partido Comunista tenía mucha fuerza. Ahora el pueblo tiene menos de 500 habitantes, pero en 1936 tenía unos 2.400 y unos meses antes de empezar la Guerra, Ángel Palomo Máquez, el organizador local del Partido Comunista, pidió a Cáceres 100 carnets del PCE y 200 de las juventudes, indicando que todo el municipio era comunista».
En la página web de Archivos Españoles, di con el procedimiento sumarísimo número 52012 en el que fue juzgado por rebelión Toro Gallego y otros 19, la mayoría de los cuales fueron condenados a muerte, entre ellos varios acusados de asesinar a José Calvo Sotelo.
En ese sumario aparece la ficha de Toro Gallego. Se dice que en 1936 era de UGT y el Partido Comunista, y al empezar la Guerra se alistó como voluntario, estando primero en el Regimiento Comunista Pasionaria 13, en el frente de Sigüenza; que luego se convirtió en la Brigada 41, estando en el frente de Villaverde, dedicándose a la propaganda. En mayo de 1937 le dieron en Valencia un cursillo de 14 días y se convirtió en comisario político, actuando como tal en la Brigada 24, en el frente del Jarama. Estuvo como comisario en la 50 División, en el frente de Levante. En 1939 le nombraron comisario de la 2ª División en el frente de Guadarrama, en donde fue detenido. En el escrito del fiscal de 1941, se dice que tenía 33 años, que estaba soltero y su profesión era la de intérprete.
Tras conmutarle la pena logró la libertad condicional en 1944. Resistió y, a su manera, venció; pero fue nuevamente detenido, torturado y temió otra vez ser ejecutado, al acusarle de participar en un atentado terrorista, que provocó el 6 de septiembre de 1947 la explosión de dos polvorines de Alcalá de Henares, en el que murieron 24 personas. Gracias a Hinojosa pude hablar con el historiador Julián Vadillo, experto en este suceso. «No fue un atentado – me contó –, fue un accidente, seguramente debido al calor; pero el suceso sirvió para echar la culpa a los comunistas y quitárselos de en medio, uno de ellos Toro Gallego, que debió tener mucha influencia dentro del PCE». En agosto de 1948 se ejecutó a ocho acusados; a otros 69 se les condenó a penas de entre 1 y 30 años. Al extremeño le cayeron 14 años. Otra vez resistió.
El jueves al atardecer, estaba haciéndole la cena al compañero, una tortilla de brócoli (la verdura anticáncer), cuando desde la cocina le escuché tocar 'Resistiré'. Me asombró su virtuosismo hasta que vi que Caridad tenía el saxo; pero en la penumbra del pasillo estaba Sanjosé con los ojos cerrados, hinchando los carrillos y soplando, trasmitiéndole la fuerza. Cuando terminó, en la calle se sucedieron los gritos de ¡bravo!... y empezaron los aplausos de las ocho. Resistiremos.