El Aeropuerto Internacional de Punta Cana (PUJ) anunció las medidas de salud y seguridad que han implementado dentro de sus instalaciones para prevenir y controlar la propagación de COVID-19, una vez se reactiven las operaciones el próximo 01 de julio, según disposición del gobierno dominicano.
Las medidas operacionales incluyen una máquina termográfica en las terminales de llegada, salida y tránsito de pasajeros; una estación de monitoreo con personal capacitado del Ministerio de Salud y la habilitación de un espacio de atención primaria en la sala de facturación.
Se dispondrá de un espacio de aislamiento para inspección inicial por parte del personal del Ministerio de Salud; ambulancias equipadas para dar soporte de manera rápida y efectiva ante cualquier eventualidad; protocolo de actuación ante posibles casos, tanto en aeronaves como en las áreas de terminales, siguiendo el lineamiento del Ministerio de Salud y otros organismos locales e internacionales.
Igualmente se incrementó la cantidad de quioscos en el área de facturación, donde solo será permitido el acceso a pasajeros; y la implementación de lectores de pase de abordaje para el escaneo directo por el pasajero en los “gates” o puertas de salida y en puntos de seguridad.
El proceso de verificación a pasajeros será mediante escáneres corporales y arcos detectores de metal para reducir al mínimo la verificación manual; así como la colocación de divisores entre pasajeros y migración, facturación, punto de control del CESAC, en las puertas de abordaje y tour operadores.
Se intensificarán las medidas de desinfección e higiene de todas las áreas del aeropuerto y de los equipos de operaciones, así como el aumento de la frecuencia de las máquinas de limpieza y utilización de químico de amplio espectro para la desinfección.
Con relación a las medidas de distanciamiento físico se tomaron en cuenta las siguientes acciones: colocación de plantillas de piso entre 1 y 2 metros de distancia en las áreas de sala de tránsito, puntos de chequeos, migración y en aduana; colocación de avisos sobre distanciamiento físico en áreas de migración; reducción del número de pasajeros en los autobuses desde un 40% a un 50%, a fin de evitar aglomeraciones.
También se asignarán las puertas de abordaje tomando en cuenta la cantidad de pasajeros entre salas de embarques hasta tanto las operaciones lo permitan; y serán ampliadas todas las barreras de seguridad.