El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció hoy que
solicitará activar un proceso de quiebra para la isla caribeña, al
finalizar la moratoria que impedía a los acreedores reclamar en los
tribunales el pago de la deuda.
Rosselló dijo que pedirá a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF),
establecida por el Congreso de Estados Unidos para atender la crisis
financiera de la isla, acogerse al Título III de la Ley para la
Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico
(Promesa).
Ese aparte paraliza todas las demandas judiciales y, tras la
presentación de reclamaciones de acreedores y objeciones del Gobierno,
deja en manos de un tribunal las decisiones sobre el pago.
En conferencia de prensa, el gobernador indicó que la petición tiene
“el propósito de asegurar los servicios esenciales a la ciudadanía, el
pago de la nómina pública y los suplidores”.
Explicó que tras “amplias conversaciones de buena fe y la apertura de
los libros financieros del gobierno de Puerto Rico a los acreedores no
ha habido progreso suficiente en las negociaciones, por lo que el Título
III de la Ley Promesa permite llevar a un tribunal especial la
reestructuración de la deuda pública de Puerto Rico”.
EL DIARIO - NY