Si bien es cierto que Luis Miguel ya solucionó uno de sus entuertos legales
al llegar a un acuerdo con su ex mánager, y que después de ello se
mostró sonriente y feliz, aún tiene pendientes dos problemas más: la querella que mantiene con Alejandro Fernández
por la cancelación de la gira “Pasión” y la deuda con la disquera
Warner Music, a la que debió reembolsarle tres millones 65 mil dólares,
pero no lo hizo.
En el caso del pleito legal con “El Potrillo”, una fuente
allegada al caso, que pidió guardar su nombre pues la demanda sigue
abierta, asegura que la querella se mantiene estancada y “no hay avances en la carpeta de investigación” y continúan “las pláticas de negociación”.
También mencionó que “El Sol” tiene como fecha límite el 30 de mayo
para llegar a un acuerdo, por lo que el cantante tiene apenas 18 días
para solucionar un conflicto de poco más de seis millones de dólares.
Si ese día no hay un arreglo entre ambas partes, los representantes de Fernández proseguirían con la querella, que es por fraude contractual y se procedería penalmente.