El sobrino de Pedro Infante, José Ernesto Infante
Quintanilla, aseguró en esta ciudad que todavía hay cosas inéditas y
misteriosas en torno a la vida del fallecido artista que no están bien
definidas ni para la propia familia.
En entrevista con Notimex, el también biógrafo del “Ídolo de
Guamúchil” comentó que recuerda con mucho cariño a su tío, quien para
él y muchas más personas sigue siendo un baluarte en México y América
Latina.
Infante Quintanilla compartió que cuando murió el actor él
tenía seis años, pero recuerda que seis meses antes de su deceso “al
salirnos de una alberca me puso asientos de café en los pies, no estaba
tan caliente, no sé si lo sacó de una olla o cafetera.
“Pero nunca se me va a olvidar que me puso asientos de café en los pies, pienso que el remedio fue para que no me enfermara”, recordó con nostalgia, tristeza y a la vez alegría.
Manifestó que “la muerte fue un hecho que le partió el
corazón a la familia. Mi tío se llevó a mi abuela, porque a los meses
también falleció; mi padre, quien era su ayudante, se quedó devastado
tanto emocional como económicamente”.
Indicó que el también cantante ayudaba a toda su familia.
“Mi papá era su brazo derecho, se muere Pedro Infante y se acabó la
familia, tanto en lo material como en lo emocional, porque iniciaron los
pleitos debido a que mi tío murió intestado.
“Mi tío era el capitán del barco, era una industria y toda
la familia estaba en la industria, yo guardo una chamarra de él que me
regaló mi papá y conservo algunas cosas personales”.
Mencionó que el intérprete de “Amorcito corazón” fue un
hombre que legó a México una presencia muy importante en valores,
hechos, cosas positivas de esfuerzo redoblado, de mucho patriotismo y
amor al país.