Luis Miguel, el popular cantante
mexicano, fue captado por un paparazzi en Los Ángeles, California,
mientras conducía su Rolls Royce valorado en más de 300 mil dólares y
que actualmente está bajo orden de embargo.
El músico se encuentra libre bajo fianza, tras la demanda que le hiciera su ex manager William Brockhaus, por una cifra no pagada de millón de dólares.
Luis Miguel había declarado ante el tribunal que desconocía el paradero del vehículo, modelo del 2013, que los abogados del demandante pretendían como compensación.
El cantante mexicano Luis Miguel fue visto en Los Ángeles, California, conduciendo el famoso Rolls Royce valorado en más de 300 mil dólares, sobre el cual existe una orden de embargo y del cual dijo ante un tribunal que desconocía su paradero.
En imágenes de un “paparazzi” mostradas este viernes, se observa al cantante, llegando a un hotel vestido con bermuda beige, camisa negra y lentes oscuros.
El músico se encuentra libre bajo fianza, tras la demanda que le hiciera su ex manager William Brockhaus, por una cifra no pagada de millón de dólares.
Luis Miguel había declarado ante el tribunal que desconocía el paradero del vehículo, modelo del 2013, que los abogados del demandante pretendían como compensación.
El cantante mexicano Luis Miguel fue visto en Los Ángeles, California, conduciendo el famoso Rolls Royce valorado en más de 300 mil dólares, sobre el cual existe una orden de embargo y del cual dijo ante un tribunal que desconocía su paradero.
En imágenes de un “paparazzi” mostradas este viernes, se observa al cantante, llegando a un hotel vestido con bermuda beige, camisa negra y lentes oscuros.
Más tarde, el intérprete sale del hotel manejando el auto de color negro modelo 2013, algo que se puede comprobar cuando se detiene y baja la ventanilla para saludar al “paparazzi” para luego continuar su camino.
El martes pasado, el cantante se entregó a la justicia, fue arrestado y liberado tras pagar una fianza en un tribunal de Los Ángeles, en un caso que involucra una disputa con su exmanager William Brockhaus, quien lo demandó por una cuota no pagada de un millón de dólares.
Luis Miguel fue acusado de desacato por no presentarse a las audiencias programadas y se le ordenó pagarle a Brockhaus.
El automóvil en cuestión fue uno de los elementos que los abogados del demandante buscaban como compensación.
Según algunos medios de prensa, cuando la jueza que lleva el caso le preguntó a Luis Miguel sobre el auto, éste para sorpresa de muchos dijo desconocer el paradero del vehículo.