La Habana.— Conrado Marrero, una leyenda de las
grandes ligas estadounidenses, murió en esta capital el miércoles, según
confirmó un nieto. Tenía 102 años y era el ex pelotero de las mayores más viejo
con vida.
"Se levantó en la mañana y estaba como ido",
dijo a la AP en conversación telefónica su nieto Rogelio Marrero, quien vivía
con el deportista en un apartamento. "Respiraba pero con los ojos en
blanco".
Según este familiar, el pelotero no quiso tomar
alimentos y su deceso se produjo sobre la una y 30 hora local de Cuba.
El deportista iba a cumplir 103 años el próximo
viernes y hasta la fecha se mantenía lúcido, de buen ánimo y solía contar
anécdotas sobre su pasado, pese a una catarata en los ojos y una operación de
cadera desde 2011 que prácticamente le impedía caminar.
Marrero pasó incluso sus últimos años sin tantos
sobresaltos económicos desde que en 2012 recibió la ayuda de la Asociación de
Jugadores de Grandes Ligas en reconocimiento a los cinco años que jugó con los
Senadores de Washington.
Conocido en Cuba como el "Guajiro del
Laberinto", por el nombre de la finca en la que se crió en el pueblo de
Sagua, unos 350 kilómetros al este de la capital, y en Estados Unidos como
"Connie", Marrero tenía 39 años en 1950 cuando lo contrataron los
Senadores de Washington. Jugó hasta 1954 y terminó con récord de 39-40, un
promedio de carreras limpias de 3.96 y un total de 297 ponches.
En 1951 fue
elegido para integrar el equipo de las estrellas, pero no llegó a intervenir en
el juego.