El hundimiento del transatlántico Royal & United States Mail
Steamer Titanic, mejor conocido como RSM Titanic, en la madrugada del 14
al 15 de abril de 1912, fue un trágico suceso que marcó nuestra
historia y a su vez, inmortalizó esta impresionante nave.
Un 10 de abril de 1912, el Titanic, comandado por el
capitán Eduard James Smith, zarpó desde el puerto inglés de Southampton
haciendo su primera parada en el puerto francés de Cherburgo, sin saber
que este viaje sería su primero y último.
El próximo día, hizo
su última parada antes de navegar por las aguas del Océano Atlántico, en
el puerto de Queenstown, en Irlanda, donde desembarcaron ocho personas y
embarcaron 123 a su vez.
Quienes se embarcaron en esta inaugural
travesía, tanto personas adinerada y famosas de ese tiempo como los
emigrantes que se encontraban en la tercera clase, pudieron gozar de los
lujos y comodidades que ofrecía el Titanic, sin tener ninguna idea que
más adelante se encantararían involucrados en una de las tragedias
marítimas más reconocidas y recordaras en nuestra historia.
De
acuerdo con la Sociedad Histórica de Titanic (THS por sus siglas en
ingles), Joseph Bruce Ismay, presidente y director de la compañía
naviera “White Star”, abordó el Titanic con mucha ansiedad, ya que,
quería comparar su desempeño con el de su hermana “Olympic”, quien tuvo
su debut un año previo. Ismay logró sobrevivir a la tragedia debido a
que ocupó un lugar dentro de los botes salvavidas, cuando los oficiales
solo estaban dejando subir a los niños y a las mujeres.
En el
momento del impacto contra el “iceberg”, se encontraban a bordo 1,324
pasajeros y 889 miembros de la tripulación. Alrededor de 1,500 personas
murieron esa trágica noche. Algunos murieron ahogados mientras que otros
congelados por la baja temperatura de las aguas atlánticas. Solo 706
personas lograron sobrevivir esa noche, quienes fueron los afortunados
que consiguieron subirse a los botes salvavidas.
A pesar que han
pasado 102 años desde aquella noche, su recuerdo sigue vivo en nuestra
memoria y en nuestra historia. El Titanic forma parte de nuestra
cultura y la podemos encontrar en la literatura, el cine y la música.
Esta tragedia representó la destrucción de los sueños de muchas
personas: aquellos que buscaban un mejor futuro en el continente
americano, que se tuvieron que separar de familiares que nunca más
volvieron a ver, de los ingenieros, de las personas que se lanzaron al
agua desesperadamente y de aquellos que ni siquiera tuvieron una
oportunidad de poder llegar a la cubierta del barco.
Gracias a los
relatos de los sobrevivientes, conocemos lo que sucedió esa noche
aunque todavía seguimos teniendo interrogantes y queremos saber más
sobre su historia.
Una de las sobrevivientes de la tragedia fue
Esther Hart y su pequeña hija, de 7 años, Eva Miriam. Según la
Enciclopedia Titánica, Hart iba acompañada de su esposo Benjamin Hart,
un carpintero que quería probar suerte en América tras no haberle ido
bien en los negocios. Su esposo no sobrevivió esa noche.