Batman cumple 75 años

El 22 de abril de 1939, Bob Kane, historietista de DC Comics, inventó al "Hombre Murciélago", el superhéroe que llegaba para ser la contracara de Superman
Un año antes, en abril de 1938, apareció Action Comics N.º 1, el primer libro de superhéroes de la historia moderna. De la mano del "Hombre de Acero", se convertiría en uno de los sucesos más importantes de la historia editorial.

Desde entonces, cientos de nuevos personajes empezaron a ser creados. Pero todos morían con la misma velocidad con la que nacían. Ninguno podía hacerle frente a ese fenómeno que era Superman.

A Bob Kane le encomendaron la misión imposible de crear un ícono que pudiera hacerle frente y perdurar. Miles de idea aparecían en su cabeza, pero ninguna lo convencían. 

Hasta que una noche conoció en una fiesta a Bill Finger, un escritor al que se le ocurrió que el nuevo superhéroe debía ser lo opuesto a Superman. Frente a la imagen de pureza, luz y fuerza que representaba el álter ego de Clark Kent, debía ser alguien oscuro, que no saliera de día sino de noche, y que fuera más astuto que fuerte.

Así nació Batman, que apareció por primera vez en el número 27 de la revista Detective Comics. A diferencia de Kent, que en su vida privada hacía todo los posible por pasar desapercibido y actuaba como un cobarde, Bruce Wayne era un hombre público. Multimillonario, benefactor y mujeriego, era conocido en toda Ciudad Gótica.

La historia de Superman es más bien lineal. Nacido en otro planeta -Krypton-, fue enviado de niño a la Tierra para aprovechar las ventajas de su atmósfera y usar sus poderes para hacer el bien. En cambio, Wayne era un niño rico que vio como un delincuente asesinó a sus padres, y se convirtió en Batman con un objetivo: vengarse. Sólo en un segundo momento aparecieron sus fines más nobles.

El personaje fue un éxito instantáneo, y se convirtió en un emblema de DC Comics casi al mismo nivel de Superman. 

Un ejemplar de la primera edición del cómic original se subastó en 2010 por más de un millón de dólares. Es el segundo más caro de todos los tiempos. El primero, obviamente, es el Hombre de Acero, que superó el millón y medio de dólares.