“El que anda en chismes descubre el
secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua” Proverbios
20:19
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el
hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la
abundancia del corazón habla la boca” Lucas 6: 45
En otras palabras, la lengua es la que externaliza la abundancia o escasez que portamos en nuestros corazones. Si nuestra lengua esta presta para lapidar o para restaurar, para destruir o para edificar, para perdonar o para condenar; demostrará la abundancia o carencia que hay en nuestro corazón respecto a la gracia de Dios y la madurez de la estatura de Cristo en cada uno de los creyentes.
La lengua no solo es productora de ofensas o críticas destructivas, sino que además de las tan frecuentes lisonjas y adulaciones. Aquellas palabras llenas de miel que desean o buscan algún objetivo de interés egoísta o ilegítimo.
En otras palabras, la lengua es la que externaliza la abundancia o escasez que portamos en nuestros corazones. Si nuestra lengua esta presta para lapidar o para restaurar, para destruir o para edificar, para perdonar o para condenar; demostrará la abundancia o carencia que hay en nuestro corazón respecto a la gracia de Dios y la madurez de la estatura de Cristo en cada uno de los creyentes.
La lengua no solo es productora de ofensas o críticas destructivas, sino que además de las tan frecuentes lisonjas y adulaciones. Aquellas palabras llenas de miel que desean o buscan algún objetivo de interés egoísta o ilegítimo.
martilloyclavo@gmail.com