Por Bolívar Balcacer
No conozco personalmente a Frank Reyes, a penas he hablado una vez con él y fue a raíz del fallecimiento de un familiar, esto sucedió porque yo acompañaba al Pachá a una diligencia y me pasó el teléfono para que extendiera mis condolencias.
No tengo velas en el entierro que hoy se sazona contra este importante artista de bachata que si bien es cierto está pasando por una ruda prueba fruto del antagonismo de los “Comunicapillos”, insaciables mercaderes del “periodismo de estomago” él talvez fruto de la presión emitió unas palabras que le han costado ciertos distanciamiento con comunicadores que no caen en el montón.
El próximo plan que se teje contra Reyes es la puesta en circulación de una supuesta visa que solicitó al consulado Estadounidense en dominicana, donde aparece el nombre de Sergio Santiago como empleado fijo de su empresa, este documento saldría desde la ciudad de New York para evitar acusaciones directas en Santo Domingo.
Me pregunto, hasta donde se quiere llevar la carrera de Frank Reyes y porque se le quiere acorralar de esa manera si el caso está ventilándose en los tribunales dominicanos?, creemos que lo planteado este fin de semana por Joseph Cáceres y que de forma magistral apuntala el periódico el nuevo diario, se ajusta en la misma diana.
Cuales pueden ser los daños colaterales si el referido documento llega a las oficinas del consulado americano en Dominicana, sería repetir el mismo caso de Fefita la Grande, todos sabemos lo difícil que ha sido para la vieja Fefa retornar al monstruo sagrado, si el "comunicador" que recibió la información de un colega al cual le sirve y que está pescando en río revuelto publica lo que no está claro sino que lo hará para hacer daño, no solo podría perjudicarse la carrera de Reyes sino también la de algunos artistas que dependen de Sergio Santiago y a este mismo.
El zorrillo cuando lo molestan deja un bajo insoportable y en este caso, algunos zorrillos de la podrida farandula dominicana, ya están demostrando lo pestilente de su estructura, creemos que lo más aconsejable en el caso del “comunicador de New York” que supuestamente publicará dicho Documento es que lo piense porque él puede tener más cola que la que le quieren construir a Frank Reyes, además él puede hacerle mucho daño a su protegido que si tiene mucho que perder y poco que ganar.
Que sea la justicia la que finalmente determine el futuro del Caso Reyes-Gómez y dejemos de estar sembrando cizaña porque el horno no está para galletitas, en ese tenor deben los magistrados impedir que en la corte donde se determina el destino de este caso, se utilicen cámaras de video o celulares que finalmente hacen más daño que bien al juicio porque todo se ventila en Internet de una forma malsana cosa que ha caracterizado a los internautas dominicanos que se creen periodistas.