ARTÍCULO DE LA SEMANA
Por: Diego A. Sosa Sosa
Hamburgo, Alemania
Los teléfonos inteligentes están llevando a muchas personas a ser muy útiles, y a otras a ser muy ineficientes. Hago esta aclaración para que los que utilizan de la mejor manera sus Blackberry, iPhone y demás teléfonos modernos, no se me pongan en contra desde el inicio de la lectura.
¿Usa usted estos instrumentos? De seguro ya se encontró con personas que en su presencia los utilizan. Bien utilizados son útiles, pero en general se están convirtiendo en una de las peores plagas que existen. No me diga que le gusta que mientras tiene una conversación de negocios la otra persona esté prestándole atención a su aparato y no a usted que le puede rendir jugosos beneficios. ¿Qué quizás el otro es importante también? O quizás es “twitteando” o respondiendo un minimensaje a algún amigo.
Muchos trabajan vendiendo su imagen y por eso “twittear” es parte de su estrategia de mercadotecnia. Actualizar de su estado a los amigos a través de su muro en Facebook, responder inmediatamente a un comentario de alguno de sus contactos... todo eso es parte de su trabajo.
Pero la realidad es que son muy pocos los que necesitan estar actualizándose y muchos los que no necesitan estar creándose estrés. Ups, ya escuché que algunos gritaron que el jueguito con el teléfono no causa estrés, que eso es entretención y que es lo mejor que le ha podido pasar en cuanto a tecnología. Y con algunos estoy de acuerdo, pero no con los que piensan así y al final del día se quejan de que el tiempo no le alcanzó, que están cansados, que no duermen bien o lo suficiente, que tienen demasiado trabajo, que no se pueden repartir entre tantas tareas diarias, que el jefe le pone mucho trabajo, que la metas son demasiado altas...
Si usted es usuario de esa tecnología, se entretiene y no tiene ningún problema de falta de tiempo ni abundancia de estrés, entonces le felicito. De lo contrario, tengo que decirle que debe hacer algo para modificar sus procedimientos, antes que se conviertan en vicios que lo lleven a la camilla de una fisioterapeuta y a ser adicto a las pastillas antiestrés.
Nos perdemos la mitad de lo que está pasando a nuestro alrededor por pensar que estamos ganando tiempo. El cliente se siente desatendido, la pareja poco importante, los amigos apartados... La sociedad considera una falta de respeto que no se le ponga atención en una conversación, no es que sean atrasados los modelos, es que no le estamos poniendo atención. Las reuniones son interrumpidas y la distracción es máxima. Las personas no ponen cuidado en lo que se discute y los resultados son desastrosos. El tiempo de las reuniones será cada vez mayor y éstas menos eficientes. Cada día tendremos menos tiempo para nosotros, aunque creamos que el bichito ese nos está ayudando; son pocos los que lo han podido dominar.
Cada vez haremos más errores por no escuchar, perderemos más tiempo por interrumpir, aprenderemos menos por sentarnos en un seminario a jugar con nuestro amo moderno... sí, muchas veces somos esclavos de ellos.
Lo más interesante es la paradoja que estamos viviendo, muchas empresas le están poniendo en las manos a sus ejecutivos estas herramientas y en poco tiempo tendrán que comenzar a despedir empleados por el uso de ellas. No podrán controlar el uso indebido, la pérdida de tiempo, el aumento de estrés, el intercambio de mensajes personales... Al final querrán imponer la ley por la fuerza y despedirán algún chivo expiatorio, pero el cáncer ya estará diseminado por todo el cuerpo.
Podemos tomar el control a tiempo:
· Utilicemos la pieza para el trabajo en horario de trabajo y personal en nuestro tiempo libre.
· No le pongamos caso cuando estamos en reuniones o con otras personas que merecen nuestra atención. Casi todo puede esperar algunos minutos.
· Cuide su vida, digitar mientras conduce es más peligroso que telefonear.
· No se deje esclavizar, sólo haga lo que es necesario y lo que quiera, el resto lo podrá hacer en el tiempo que disponga.
· No hay que leer todo lo que las personas escriben, mucho menos retransmitirlo a todos los contactos. No aporte al info–diluvio.
· Sea usted el amo del teléfono...
© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Conferencista, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales. Owner Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.
e-mail: Diego@DiegoSosa.info
WEB: www.DiegoSosa.info