Así como hemos elogiado a Omega, destacando su proceso de ascenso y desarrollo, que le ha permitido escalar nuevas posiciones y mayores niveles de aceptación y reconocimiento público, considero que lo que le hizo a Tania Báez y al programa Hola Gente fue un soberano abuso.
Luego de haber acordado una entrevista con dos semanas de anticipación, dice Tania que 15 minutos antes de la grabación recibió una llamada del manager de Omega anunciando que el mambero no podía ir a la entrevista porque tenía otro compromiso.
Extraña que un hombre que fue capaz de levantarse de una clínica para ir a cumplir un copromiso en el Jet Set, que le ganó tan buenos comentarios resaltando su sentido de la responsabilidad, de repente dé un paso atrás con esa burrada con que le salió a Tania Báez.
Por eso es que dicen que ”cuando no la hacen a la entrada, lo hacen a la salida”, como también le pegaría el refrán, de que ”aunque se vista de seda, mona se queda”.
Qué bárbaro es Omega, jugando con un programa de tanta importancia, que no lleva a cualquiera a una entrevista.
Son de las actitudes que arrojan dudas de la regeneración de Omega en su comportamiento.
Cuando nadie lo espera, le sale a flote la marginalidad y el arrabal del entorno social en que ha crecido, como si ello formara parte de un funesto designio.
Luego de haber acordado una entrevista con dos semanas de anticipación, dice Tania que 15 minutos antes de la grabación recibió una llamada del manager de Omega anunciando que el mambero no podía ir a la entrevista porque tenía otro compromiso.
Extraña que un hombre que fue capaz de levantarse de una clínica para ir a cumplir un copromiso en el Jet Set, que le ganó tan buenos comentarios resaltando su sentido de la responsabilidad, de repente dé un paso atrás con esa burrada con que le salió a Tania Báez.
Por eso es que dicen que ”cuando no la hacen a la entrada, lo hacen a la salida”, como también le pegaría el refrán, de que ”aunque se vista de seda, mona se queda”.
Qué bárbaro es Omega, jugando con un programa de tanta importancia, que no lleva a cualquiera a una entrevista.
Son de las actitudes que arrojan dudas de la regeneración de Omega en su comportamiento.
Cuando nadie lo espera, le sale a flote la marginalidad y el arrabal del entorno social en que ha crecido, como si ello formara parte de un funesto designio.