Una de las más elegantes y concurridas discotecas que tenía la ciudad de Santo Domingo a finales de los años ochenta, será reabierta al público en breve.
Casi veinte largos años se mantuvo cerrada, pero nunca desapareció de la memoria del público que la conoció y la disfrutó durante sus incontables presentaciones de exitosas orquestas locales e internacionales.
Fue el escenario por excelencia de las noches de fiestas de una generación que pronto la va a volver a disfrutar.