Pocas veces una mexicana ha sido nominada o ganadora de una estatuillla dorada. Antes de ellas, habían sido aspirantes Katy Jurado, como mejor actriz de reparto por "Broken Lance", en 1955; Salma Hayek, en la categoría a mejor actriz por "Frida", en 2003; y Adriana Barraza, como mejor actriz de reparto por "Babel", en 2007. Ninguna de las tres tuvo la suerte de ganar la tan aclamada presea.
Por su parte, el primer Óscar para una connacional fue en 2002, cuando la germano-mexicana Brigitte Broch ganó la estatuilla por dirección de arte con "Amor en Rojo". Le siguió Beatrice de Alba, quien en 2003 ganó a mejor maquilla por "Frida"; y Lupita Nyongo, de ascendencia keniana, quien se proclamó en 2014 como la mejor actriz de reparto por "12 años de esclavitud".