El actor Bill Cosby lleva casi cinco meses en prisión por tres delitos de agresión sexual y según cuenta su portavoz, Andrew Wyatt, está siendo para él en "una experiencia increíble".
En una entrevista publicada este martes en la cadena de televisión estadounidense NBC 10, el hombre que ha sido la mano derecha del actor durante diez años ha dado detalles sobre el estado de salud del cómico, su rutina diaria y sobre el hecho de que su esposa no lo haya ido a visitar hasta el momento.
"Se ve realmente increíble", afirma Wyatt, sobre el intérprete, de 81 años. "Ha bajado de peso hasta los 88 kilos", agrega el empleado, algo que atribuye a la decisión de Cosby de dejar de comer el pan y el postre que le dan diariamente en la cárcel SCI Phoenix en Pensilvania (Estados Unidos). "También ha dejado el café", cuenta Wyatt. Algo paradójico si se toma en cuenta que "la señora Cosby ha tratado de que deje el café desde hace 55 años", señala el empleado.
El día del reo empieza muy temprano, antes de las 3.30 de la mañana. Al levantarse empieza a hacer ejercicio en su propia celda, se ducha y espera al desayuno, que según reveló el diario The New York Times hace unos meses, se lleva a cabo a las siete en punto. Para reducir el consumo de sal, el cómico pasa por agua todas las comidas que le sirven. Pone los alimentos en un vaso, los lleva al grifo, los lava un poco y luego se los come.
Pero paralelamente a su régimen alimenticio, una de las mayores revelaciones que hizo el confidente del actor es que su esposa, Camille Cosby, no lo ha visitado desde su entrada en prisión. De hecho, más allá de sus abogados, Wyatt es el único que lo ve regularmente. “Él no quiere que [Camille] lo visite”, sostiene. Pero eso no quiere decir que no estén en contacto. De acuerdo a las declaraciones del empleado, la pareja habla por teléfono hasta tres veces por día en llamadas de tres minutos, el máximo permitido.