Es conocido por sus lindas playas y los millones de turistas que llegan a vacacionar cada año.Pero lo que quizá no sepas es que República Dominicana acumula seis años con un promedio de crecimiento económico cercano al 6% anual.
En 2017, el crecimiento del PIB fue de un 4,6% y según la proyección más reciente de crecimiento económico en la región, elaborada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el año 2018 lo cerrará con un 5,4%.
Eso convertiría a República Dominicana en el país con mayor crecimiento de Latinoamérica, seguido por Panamá y Paraguay, de acuerdo a un informe publicado por la Cepal a fines de agosto.
- El FMI, por su parte, proyectó que el PIB de República Dominicana aumentará un 5,5%, mientras que el Banco Mundial (BM) prevé que esa subida será del 5%, según los cálculos publicados en junio por los dos organismos.
Los motores de crecimiento
La "fórmula dominicana" tiene como pilares la inversión extranjera directa o el turismo.
Sin embargo, la pobreza y la corrupción siguen siendo algunos de sus principales desafíos.
Uno de los motores dominicanos ha sido la política de puertas abiertas a la inversión extranjera directa, que facilita las operaciones en el país de corporaciones foráneas.
República Dominicana cuenta con una zona franca donde las empresas extranjeras no pagan impuestos. Eso ha permitido la proliferación de maquilas que tradicionalmente exportaban textiles y ahora producen partes de productos eléctricos y equipos médicos.
Otra de las claves en el crecimiento del país es el turismo, con una expansión de 6,7% el año pasado en el área de hoteles y restaurantes.
"Actualmente la mayor fuente de ingresos de República Dominicana es el turismo", explica Rafael Espinal, coordinador de la Escuela de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), en conversación con BBC Mundo.
"Es tan importante, que existe una población flotante de turistas estimada en siete millones de personas, en un país que tiene poco más de 10 millones de habitantes".
Consciente de esa realidad, el país ha seguido incentivando las inversiones privadas para expandir aún más el sector y diversificar la oferta.
La tercera fuerza que mueve la economía son las remesas de la diáspora dominicana en el exterior.
Estas aumentaron un 12,4% en 2017 por la mejora de las condiciones económicas en Estados Unidos y, en menor medida, en España; los dos países donde se concentra el mayor número de dominicanos en el exterior.
Todo ese dinamismo, además, se produce en un contexto de acuerdos de libre comercio que Santo Domingo ha firmado con Washington y países miembros de la Unión Europea.
Desafíos
El crecimiento del país "ha sido uno de los más fuertes en América Latina y el Caribe en los últimos 25 años", señala el Banco Mundial en su Panorama General del país.
No obstante, la pobreza sigue bordeando el 30%, según los cálculos oficiales, y ese continúa siendo uno de sus grandes desafíos.
Hasta hora, el país mantiene una inflación bajo control (4,2%) y el desempleo está en el 5,5%, aunque muchos de los trabajos generan ingresos insuficientes para las familias dominicanas.
"El problema más grave es la desigualdad", dice el profesor Espinal. "Y el riesgo es que la concentración del ingreso sin distribución tiende a generar conflictos sociales que terminan afectando a la economía".