Nicole Kidman se niega a envejecer. La actriz de 51 años no lleva bien eso de cumplir años y no está dispuesta a ver cómo su rostro se llena de las arrugas propias de la edad. La ganadora de un Oscar, cuatro Globo de Oro y un Baftaha vuelto a recurrir al bótox y ha reaparecido con nueva cara.
Casada con Keith Urban desde 2006, en los últimos años la protagonista de 'Big Little Lies' se ha sometido a diversas operaciones estéticas que han hecho que se aleje del rostro al que nos tenía acostumbrados.
A pesar de que se arrepintió hace años de haber abusado del bótox, Kidman parece no haber aprendido la lección y durante sus últimas apariciones públicas se ha dejado ver con los pómulos más hinchados y unos labios diferentes.
Pero no es la única en Hollywood obsesionada con mantenerse eternamente joven. Actrices como Renée Zellweger, Meg Ryan o Melanie Griffith son otras de las víctimas del bótox, una práctica que acabó definitivamente con sus rostros naturales que un día las hicieron famosas.