La demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump,
reforzados por sus triunfos en las primarias y asambleas electorales
celebradas el martes en buena parte del país, están empezando a
centrarse en el otro en la carrera por la Casa Blanca.
Clinton
anticipó un mensaje de "amor y bondad" mientras que Trump cambió sus
polémicos mítines por una sobria conferencia de prensa en la que hizo
hincapié en los fracasos políticos de la demócrata.
Ambos hablaron desde Florida, que suele ser un estado clave para
ganar o perder elecciones generales. Pero no fue uno de los campos de
batalla donde los candidatos se enfrentaron a sus rivales en la lucha
para acumular delegados en el Supermartes, la jornada con más actividad
de la campaña de primarias.
El senador por Texas Ted Cruz ganó en
su estado natal, además de en Oklahoma y Alaska, para apuntalar su
inesperado triunfo en las asambleas electorales de hace un mes en Iowa,
mientras que el senador por Florida Marco Rubio logró su primera
victoria de las primarias en Minnesota.
"Nuestra campaña es la
única campaña que ha derrotado, que puede derrotar y que derrotará a
Donald Trump", proclamó Cruz ante sus seguidores, reunidos en un
tradicional club de campo sureño, el Redneck Country Club en Stafford,
Texas.
Con todo, el senador contaba con tener más impacto en los
estados del sur y entre los votantes cristianos evangélicos. Pero Trump,
que apoda a su campaña el "Tren Trump ", hizo descarrilar sus planes.
Rubio
y los otros republicanos que siguen en liza, John Kasich y Ben Carson,
se esforzaban el martes para transmitir optimismo al tiempo que se
comprometían a seguir luchando.