Escrito por: Cholo Brenes (cb48ypico@hotmail.com)
Afortunadamente a mi edad conservo el cerebro en su lugar, todavía el alzhéimer no ha tocado la puerta de mi vida y el testimonio de más de 50 artistas es el mayor pasaporte de honestidad y eficacias en el trayecto de todo lo que he hecho.
Sé muy bien que cuando he decidido escribir historias, no leyendas de mi trabajo en el arte, algunos iban a transformar hechos y a manifestar deseos escondidos. No necesito cambiar de historia. Me remito a seres vivos. Los mencioné en mi artículo, Manuel Tejada, Jesús López, Rosa Pontier, Marino Gómez, Guillermo Cordero, Mari- Olga de Venezuela, Pavel y Sócrates de Jesús. Ahora añadimos a José Peguero y su compañera Alicia Baroni, Francisco Villanueva. El único que murió, es nuestro amigo Jean Luis Jorge.
Que bueno que escribo estando vivo, por que si hubiese muerto termino siendo el traficante y asesino de esta película. Hace mucho tiempo deje de fumar cigarrillos, deje de beber tragos y llevo una vida austera al comer.
Soy diabético y cardiaco, dos cosas que heredo en mi transito por el arte. Conocí un viejo profesor de derecho constitucional, Don Cundo Amiama, quien decía que el no quemaba a nadie, que la vida se encargaba de eso. Espero que me hayan entendido muy bien. Me da pena que disfracen con mentiras la realidad de un trabajo digno y limpio. Y seguiré contando historias.