Por Carlos de San Juan
Pierden credibilidad los blogueros y comunicadores que dicen que una actividad se dio a casa llena, cuando se sabe que fue un fracaso.
Realmente carecen de credibilidad querer entrarle por ojos, boca y nariz, a los lectores el éxito de algo que no tuvo el apoyo del público.
Porque se puede destacar la calidad del grupo, pero dejando a un lado la mentiras del lleno total.
En los últimos grandes espectáculos de Santiago, la gente no ha respondido como se esperaba, teniendo que vender las boletas a precios irrisorios, para que se llene, aunque sea dejando perdidas a sus contratantes.
Se pueden contar con los dedos de las manos, quienes han dejado beneficio y sobran dedos.
Es chocante ver al otro día, que fulano lleno tal sitio, sabiendo uno que no fue así.
Ahora a cualquiera le puede ir mal en una fiesta, no todas se llenan, pero eso de querer, tapar el sol con un dedo, se lo dejamos, a esos que viven de las relaciones publicas fatasmales.
Publicado por Karlos T San Juan
Pierden credibilidad los blogueros y comunicadores que dicen que una actividad se dio a casa llena, cuando se sabe que fue un fracaso.
Realmente carecen de credibilidad querer entrarle por ojos, boca y nariz, a los lectores el éxito de algo que no tuvo el apoyo del público.
Porque se puede destacar la calidad del grupo, pero dejando a un lado la mentiras del lleno total.
En los últimos grandes espectáculos de Santiago, la gente no ha respondido como se esperaba, teniendo que vender las boletas a precios irrisorios, para que se llene, aunque sea dejando perdidas a sus contratantes.
Se pueden contar con los dedos de las manos, quienes han dejado beneficio y sobran dedos.
Es chocante ver al otro día, que fulano lleno tal sitio, sabiendo uno que no fue así.
Ahora a cualquiera le puede ir mal en una fiesta, no todas se llenan, pero eso de querer, tapar el sol con un dedo, se lo dejamos, a esos que viven de las relaciones publicas fatasmales.
Publicado por Karlos T San Juan