El Sol de la Florida
Miércoles, 4 de Noviembre, 2009
Nueva York.- Nuevo desafío para el abridor dominicano Pedro Martínez que vuelve al Yankee Stadium más motivado que nunca para ser una vez más el gran centro de atención y protagonista cuando salga al montículo en el sexto partido de la Serie Mundial.
Partido de vida o muerte, sin mañana para su equipo de los Filis de Filadelfia que van 2-3 abajo en la serie al mejor de siete, contra el rival al que más le gusta vencer, a los Yanquis de Nueva York, con los seguidores que también más le abuchean.
Martínez, que hace tres meses se encontraba en su natal República Dominicana sin equipo hasta que los Filis confiaron en su clase y experiencia, saldrá para mantenerlos con vida y forzar la primera Serie Mundial que se va al máximo de siete juegos desde el 2002.
Sin perder el toque de filosofía, desafiante y bromista, Martínez no oculta que enfrentar a los Yanquis es la clase de desafío que le gusta encontrarse y por el que siempre está motivado.
Será su séptima presentación en fase final ante los Yanquis, contra quienes tiene marca de 1-2 y 4.72 de promedio de carreras limpias permitidas, pero le falta todavía el gran triunfo y ese puede llegar en el sexto partido del "Clásico de Otoño".
La solitaria victoria se remonta a su época con los Medias Rojas de Boston, en la serie de campeonato de 1999. Así que ganarle a Nueva York, una década después, podría ser el broche de oro para un lanzador de 38 años, futuro miembro del Salón de la Fama.
"No es coincidencia, es el destino el que te pone en los sitios privilegiados", declaró Martínez ante los periodistas. "El estar aquí es un privilegio, no lo ves de manera negativa, para mí es positivo".
Miércoles, 4 de Noviembre, 2009
Nueva York.- Nuevo desafío para el abridor dominicano Pedro Martínez que vuelve al Yankee Stadium más motivado que nunca para ser una vez más el gran centro de atención y protagonista cuando salga al montículo en el sexto partido de la Serie Mundial.
Partido de vida o muerte, sin mañana para su equipo de los Filis de Filadelfia que van 2-3 abajo en la serie al mejor de siete, contra el rival al que más le gusta vencer, a los Yanquis de Nueva York, con los seguidores que también más le abuchean.
Martínez, que hace tres meses se encontraba en su natal República Dominicana sin equipo hasta que los Filis confiaron en su clase y experiencia, saldrá para mantenerlos con vida y forzar la primera Serie Mundial que se va al máximo de siete juegos desde el 2002.
Sin perder el toque de filosofía, desafiante y bromista, Martínez no oculta que enfrentar a los Yanquis es la clase de desafío que le gusta encontrarse y por el que siempre está motivado.
Será su séptima presentación en fase final ante los Yanquis, contra quienes tiene marca de 1-2 y 4.72 de promedio de carreras limpias permitidas, pero le falta todavía el gran triunfo y ese puede llegar en el sexto partido del "Clásico de Otoño".
La solitaria victoria se remonta a su época con los Medias Rojas de Boston, en la serie de campeonato de 1999. Así que ganarle a Nueva York, una década después, podría ser el broche de oro para un lanzador de 38 años, futuro miembro del Salón de la Fama.
"No es coincidencia, es el destino el que te pone en los sitios privilegiados", declaró Martínez ante los periodistas. "El estar aquí es un privilegio, no lo ves de manera negativa, para mí es positivo".