Por Miguel Angel Herrera
A cada momento se escucha en los medios, que el merengue se murió hace bastante tiempo y que fue sustituido por la música desechable.
Quizás la afirmación no sea tan peregrina si buscamos y rebuscamos en la historia del ritmo y nos encontramos con el merengue en todas sus manifestaciones culturales y musicales.
A raíz de los cien años del LISTIN DIARIO, tuve sobre mis hombros la responsabilidad de ser el editor de temas de espectáculos para la gran ocasión del centenario del periódico.
Escribí una serie de trabajos que hoy día mantienen toda su vigencia.
Recuerdo que hice muchas investigaciones y entre ellas descubrí que el merengue ya viajaba en gira a Puerto Rico a principios del siglo XX.
También descubrí en esas investigaciones, quien llevó de verdad el merengue a New York cuando no sonaban nacer los padres de los que sentaron raíces merengueras en la urbe de los rascacielos.
Descubrí muchos datos inéditos que en cualquier momento me siento a escribir un libro y aportar lo que encontré en esas investigaciones.
Desde el merengue de La Talanquera que dicen animaba a las tropas dominicanas en las batallas de la independencia, hasta el último hit del ritmo que se mantenga aun en el gusto popular.
Por supuesto pasando por leña (El real Himno de las AGUILAS CIBAENAS), no podemos afirmar categóricamente que el merengue ha muerto. Han muerto quizás formas de interpretación o estilos, eso sí podría ser.
Pero el merengue nació en 1844 y estamos en 2009 (Casi 2010).
Que pena que para muchos el merengue se murió.