Hablar del amor, los hombres, la soltería y el matrimonio con Milagros Consuelo de la Altagracia Germán Olaya siempre generará el interés de muchos. Y es que “La Diva”, como se le ha denominado, aún despierta las pasiones de muchos admiradores en República Dominicana.
Milagros no le teme a conversar sobre el particular, y hasta desnuda sus intimidades y ofrece detalles del hombre que podría conquistarla. En este varón debe primar la inteligencia ante todo. Así lo contó la noche del domingo en el programa “Noche de Luz” (Antena 7) durante la entrega “Mujeres que dominan la escena”.
“Para mí el afrodisiaco principal es la inteligencia de un hombre. Que tenga una conversación inteligente, que te proponga retos intelectuales, que te lleve por espacios de la mente interesantes, eso me atrae”, afirmó.
La comunicadora nunca se ha negado al amor, pero después de tantos años sin pareja confiesa que la soledad es una compañía exquisita, de la que disfruta al máximo y a la que se siente muy atada. En caso de que llegue el amor de un hombre, expresó no tener problema en sostener una relación con uno de menor edad, pero nunca con el que ella haga el ridículo por una diferencia de años muy notable. Le teme que sus hijos se avergüencen por tener una pareja muy joven y que le digan, en algún momento, cuando salgan juntos: -su hijo si está grande.
Sobre sus parejas no pudo definir a ninguno como el más “chévere”, pero contó que ha escogido a los hombres de carácter y temperamentos fuertes. “Quizás porque me retan, no creo que sea un complemento porque soy de carácter fuerte. En una relación me comprometo y asumo el rol femenino fuerte, queriendo tener el timón”.
Como toda mujer también tiene a su amor platónico y aunque no le gustan los rubios, porque los prefiere morenitos, Brad Pitt y William Levi llevan ventaja en el corazón de La Diva.
Su carácter
De su largo nombre lleva el de Milagros por su madre y Consuelo por su abuela. Nunca supo por qué también la nombraron Altagracia.Se considera de carácter afable y bondadoso porque lo heredó de su padre, Félix Germán, a quien admiraba y con quien se identifica.
“Mi papá era un hombre brillante, inteligente, intelectual, muy culto y preparado. Fue muy estricto con nosotros. De él heredé la bondad, heredé el poder estar para mis amigos y mi familia. Creo que he tratado de pisar sus huellas, siempre lo admiré y todavía hoy admiro sus valores, los que he tratado de asumirlo como propio y honrarlo asumiendo sus valores como míos”. agregó.
En cambio, su madre, Milagros Olaya, era menos estricta, pero se convirtió en su amiga y complice de la vida. “De mi madre heredé la fortaleza, mi mamá era una tromba marina, mi mamá sobrevive a todo. De ella heredé la fortaleza y reciedumbre del carácter”.
Compromiso
Estar comprometida con la sociedad por sus mejores causas fue una acción que Milagros vivió desde niña en su casa y, sobre todo, con el ejemplo de su padre, quien era un combatiente antitrujillista, perteneciente al Movimiento 14 de Junio y sobreviviente de las torturas que padecieron muchos jóvenes durante la tiranía de Trujillo.
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