En esta pieza audiovisual podemos ver a una Demi Lovato sin miedo a mostrarse tal y como es, con sus luces pero también con sus sombras. Unas sombras que le llevaron a estar sumida en el pozo de las drogas y el alcohol durante mucho tiempo.
"Tuve una racha en la que consumí a diario durante dos meses. Hubo una noche en la que me metí mucha cocaína y unas pastillas de Xanax. Me empecé a ahogar un poco. Me comenzó a latir el corazón muy deprisa y pensé: 'Oh, Dios mío, puede que esté sufriendo una sobredosis justo ahora'", explica la propia protagonista ante la cámara.
Una situación ante la que su familia y amigos intentaron actual. Demi ingresó en varios centros de desintoxicación pero de nada le sirvió, se escapaba y falseaba sus análisis semanales con la única intención de poder seguir consumiendo.
Una espiral de autodestrucción que venció gracias al famoso coach Mike Bayer, quien la rescató de esta situación y la llevó por el buen camino.
Superados sus problemas con el alcohol y la comida, Demi quiere que este documental sirva para dar luz a todas aquellas personas que se encuentran sumidas en el mismo círculo negativo que ella vivió.