Los estadounidenses negros y de origen latino han acudido
masivamente a las urnas en las elecciones presidenciales, una señal de
alarma para el sueño de Donald Trump de llegar a la Casa Blanca.
El
magnate neoyorquino de 70 años le dijo al electorado afroestadounidense
que “no tiene nada que perder” con él y ha afirmado que los hispanos
“aman” sus ideas. Pero un abrumador voto de esas minorías solo puede
favorecer a su rival Hillary Clinton, según las encuestas.
Para algunos su voto fue tanto a favor de la demócrata como contra Trump.
“Creo
que va a ser un Hitler del 2016”, dice a la AFP la activista demócrata
Adriana Martínez, una venezolana nacionalizada hace dos años. Esta joven
de 26 años compara el espumoso ascenso del magnate con el de Hugo
Chávez, cuyas políticas populistas la empujaron junto a su madre a dejar
su país natal hace 15 años.
Martínez, de 26 años,
trabaja en Washington pero votó en Florida --muchos estados permiten el
voto antes del día del escrutinio--. Este estado es vital en el
rompecabezas de los comicios del martes y es donde los latinos ocupan el
18% del electorado.