Aunque por el momento aún no haya fecha para la boda de
Isabel Preysler y el novelista Mario Vargas Llosa, o al menos una que
hayan querido confirmar con exclusiva de por medio, la socialité
española ya parece haber decidido quién será el encargado, o encargada
en este caso, de crear el vestido que lucirá en un día tan especial, y
del que ella misma revelaba hace tiempo que no será blanco ni de novia.
Tal responsabilidad ha ido a recaer sobre su hija Tamara Falcó, un
encargo que seguramente ayudará a dar un empujón a la nueva faceta como
diseñadora de la joven -por la que fue homenajeada en la ceremonia de
premios de la revista Marie Claire- dada la repercusión mediática que
sin duda tendrá el enlace de su madre.
Lo que parece claro por el
momento es que será la celebridad quien se encargue de organizar la
mayor parte de los preparativos de su enlace con el premio Nobel de
Literatura para evitar que la imaginación y el entusiasmo desbordante de
este acabe convirtiendo la boda en un extravagancia propia de una
novela."Mario es muy romántico. No le podemos preguntar cómo le gustaría
que fuera la boda porque lo convertiría en una novela, pero
continuamente me habla de ella", explicaba Isabel en su última exclusiva
a ¡Hola!