Se la pasan comprando todos los sueños que les venden, pero su carrera nada de arrancar
Por Agustín de la Cruz (Sugar)
New York, (SL) -En
esta ocasión, mi comentario está dirigido hacia una serie de fenómenos
que aspiran ser artistas y para lograrlo se abrazan de herramientas cuyo
único beneficio es crear imagen, razón por las usted los ve desfilar en
todas las alfombras y se pregunta ¿qué busca?
Carecen
de una nominación, pero se creen la película que les venden unos vende
sueños que hacen de publicistas, quienes le garantizan entrevistas con
los más importantes programas y figuras de la televisión.
De
igual manera, usted los encuentra recibiendo unos premios de reputación
dudosa, sin importarle la razón por la cual lo recibe y aparecen
posando orgullosos de sus supuestos logros, inflados como pavo real, a
través de una nota de prensa a la que no le caben más superlativos.
Son
artistas que en su mayoría no han podido pegar ni un chiste, pero su
rostro aparece hasta en la sopa, quienes prefieren malgastar sus pocos
recursos en figureo, en vez de dedicarse a producir y promover un buen
tema.
Al
final desaparecen o los ve abatidos y no de frutas, a diferencia de
quienes se benefician vendiendo sueños, quienes además hoy sueltan uno y
mañana engañan otro.