El republicano Donald Trump se estrenó hoy como presidente electo de
EE.UU. dejando de lado su habitual tono incendiario y llamando a unir el
país tras una dura campaña electoral.
"Ahora es el momento de que Estados Unidos cierre las heridas de la
división", dijo Trump en su primera comparecencia como vencedor, en un
céntrico hotel de Nueva York.
Arropado por su familia sobre el escenario, el magnate tuvo palabras
amables para su rival, la demócrata Hillary Clinton, a la que agradeció
por llamarle para admitir su derrota y a la que felicitó por su duro
trabajo durante la campaña y a lo largo de su carrera.
"Hillary ha trabajado mucho tiempo y muy duro (...) y le debemos una gran gratitud por su servicio a nuestro país", señaló.
"Lo digo muy en serio", añadió Trump, que a lo largo de la campaña
dedicó todo tipo de acusaciones y descalificativos a su rival y su
servicio público, que se ha prolongado por tres décadas.