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Le conviene a Santiago
Por Leila Mejía
Abel Martínez ha hecho un
excelente trabajo como presidente de la Cámara de Diputados en aspectos
administrativos y de organización, pero además se ha destacado por su
preocupación sobre temas de importancia social y ha utilizado de manera
atinada su liderazgo para impulsar leyes nuevas y modificaciones
necesarias a leyes existentes que revisten interés colectivo.
El diputado santiaguero del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es tan valorado en su
provincia que fue electo en tres ocasiones con altos niveles de votación
y, antes de que se gestaran acuerdos políticos que condujeron a
reservar candidaturas congresuales, se perfilaba como el seguro ganador
de la senaduría de Santiago.
Su popularidad, vigente desde
antes incluso que fuese legislador y se destacara como un fiscal capaz,
recto y acucioso, probablemente deriva de la combinación de una serie de
características peculiares que tiene el santiaguero, como su inmenso
carisma mezclado con una hoja de trabajo limpia, su interés por
iniciativas que, por no involucrar sectores comerciales o intereses
particulares, generalmente no despiertan la atención de otros diputados
como la Ley de Protección Animal, su vocación por temas de justicia como
la Ley de Amparo, pero además su muy baja tasa de rechazo pues ni
siquiera los partidos de oposición le adversan con la ferocidad natural
y, entre otras cosas, el hecho de que no obstante su vasta experiencia
en política es un hombre joven, lo que sin dudas es más representativo
de un país que tiene la población con más jóvenes de toda América
Latina.
En el escenario actual, el
equipo de trabajo de Abel Martínez ha pedido a las encuestadoras que el
diputado sea medido como posible aspirante a la candidatura a la
Alcaldía de Santiago. Esto es una excelente noticia pero además la única
alternativa para que dicha provincia y el país no pierdan en el próximo
período a una persona con estas cualidades de una posición de
principalía, pues el camino a la senaduría está cerrado por el pacto y
los reglamentos impiden que continúe como presidente de la Cámara más
allá del 2016.
Ojalá más que una intención se
confirme la decisión del diputado para aspirar a Alcalde. Si es así,
partiendo de lo mucho que quieren a Abel en Santiago pero además de los
números en mediciones de hace meses que, aún sin él saberlo, incluyeron
como hipótesis la opción que fuese precandidato para la Alcaldía, sin
lugar a dudas será el próximo Alcalde de Santiago