Por Bolívar Balcacer
En
estos tiempos que el periodismo dominicano a perdido su norte y no se
ve nada claro en el firmamento, al menos surge una voz que se convierte
en "la muleta" de los que anhelan un mejor futuro y que alguien hable
por ello sin necesidad de que el oro corruptor lo arrope.
Me refiero
al buen amigo Rafael Ventura, lo conozco desde mi paso por Teleuniverso
Canal 29 de Santiago, fue siempre una figura firme y rígida, un
disciplinado sin doblez, convencido de sus ideas, dirigió un batallón de
hombres a los cuales guíó por sendas de crecimiento muy a pesar de las
contradicciones que con él se sostuvieran, años después puedo decir que
tenia razón en ese entonces y hoy vemos la realidad de lo que tanto nos
planteó en esa época y que asimilamos a regañadientes
Con 29 años
de experiencia, habiendo pasado por todos los frentes de la
comunicación como reportero gráfico, locutor Radial, habiendo estudiado
en Estados Unidos y Venezuela, afinó su capacidad en cine, Televisión,
producción y dirección de Cine y TV.
Rafael
Ventura emerge en el Show del medio día en Dominicana, como un
contestatario de marca mayor que a base de seriedad y claridad en sus
opiniones, a podido ir ganando un espacio dentro del pueblo que le vió
nacer, se ha enfrentado a las vacas sagradas de la nación, a esas que se
creen los sábelo todo y que como la gatita de María Ramos tiran la
piedra y esconden la mano, sabe Rafael Ventura como piensa el dominicano
de los medios, conoce al dedillo ese redil y aun así a pesar de que
nunca dió la cara frente a la camara de TV, hoy con apenas unos meses
frente al lente magico, le permite a una nación entera aun a costa de su
propia vida decir verdades que otros por conveniencia o por mediocridad
silencia porque el dinero es su amo, el el país de "ratalandia".
Pero ese
hombre rígido, de inquebrantable posturas ante las cámaras de la
Televisión de su país, es un solidario compañero que sufre en carne
propia lo de sus amigos, que se adentra en los problemas de los demás,
que a sabido ser un hijo ejemplar y un verdadero paladín de la verdad,
con sus altas y sus bajas como cualquier mortal, incluso como aconteció
con el gran rabit de galilea, ha sabido corregir errores y enderezar
entuertos, y ahí es que radica el éxito de este comunicador, llamado a
ser hoy el abogado de los descamisados, de esos que recibieron la mano
amiga de Eva Perón en Argentina y de Doña Rene Klang de Guzman en
Dominicana, ejemplo que hoy continua pero de forma orientadora y
magistral Rafael Ventura.