Lo Que No Dije (Segunda Parte)
Por: Cholo Brenes
Los
que vivimos los 70`s y los 80`s dentro del merengue sabemos que este
titular no es un gancho, hay muchos que lo odian todavía. La lucha
intensa para entrar en Puerto Rico a sido muy dura, todavía lo es. Los
intentos de sofocar a nuestro ritmo en la isla del encanto dirigido por
su Asociación de Músicos, fueron terribles, recordemos que entrando
Wilfrido Vargas en una actividad, el director de orquesta Tommy
Olivencia lo escupió, lo provocó y hasta lo maldijo.
Pero
el merengue entraría con mucha fuerza; Johnny ventura, Wilfrido Vargas y
los Hijos del Rey en sus dos versiones fueron los que junto a la
titánica labor del inmenso Conjunto Quisqueya y de indudable popularidad
de la Patrulla 15 fueron los que sembraron nuestro ritmo allí.
Bienvenido
Rodríguez que junto Wilfrido Vargas y más tarde a Fernando Villalóna
enfrentaran en más de una oportunidad a la casa disquera que el
representaba aquí (Fania), y eso era de esperar por que el monopolio de
la música lo tenía la salsa. Dirigida por Jerry Masucci y Johnny
pacheco. “Ante
todo déjame aclararte que el merengue lo odio hasta la muerte pero
también le estoy agradecido por que gracias al merengue fue que vine a
new york”. “el merengue callejero tiene sabor y buen humor”.
Pacheco ataca la salsa erótica y dice que ni es salsa ni es nada,
estas declaraciones aparecen en el libro de Leonardo Fadura (cubano) el
Libro los Rostros de La Salsa 1995.
Para
hacer consideraciones sobre el merengue tenemos que tener presente que
este ritmo tiene muchos enemigos quizás los de hoy, sus propios
interpretes, dueños de orquestas, quienes sin darse cuenta tratan de
destruirlo.
Mientras
sacaban los temas de los merengueros dominicanos alla y aquí,, ellos lo
de la isla del coqui fueron fabricándolos a su estilo y han logrado
conectarlo en la juventud de alla y de aquí, mientras tanto como por
arte de magia nuestros interpretes se han convertido en arreglistas,
compositores, productores y hasta estrategas del negocio….,y se han
quedado atrás.
¡Ah y seguiremos hablando!….