POR: AMNELLYS RIVERA
Llantos, gritos, peleas, odio e
Infidelidades, entre otras debilidades humanas, han sido el pan nuestro de cada
día en los llamados talk shows que invadieron la televisión en la década de los
90 y que al parecer están en peligro de extinción.
Y es que en menos de lo que canta un gallo
se han cancelado dos de los más populares programas de conversación en la
televisión latina: Hablamos de “Pa’lante con
Cristina” y “ “Laura en América”, programas que alegadamente
fueron sacados del aire por falta de rating. Luego de rodar por diferentes
cadenas televisivas tirando los últimos cartuchos, estas producciones parece
que ya no contarán con el mismo respaldo del público, que aparentemente se
cansó de estas producciones, famosas por escudriñar dramas familiares y
pasionales, haciendo de los invitados el centro del espectáculo.
Cristina Saralegui, periodista
del mundo del espectáculo, ha sido la iniciadora de los talk shows con tinte latino. Las historias presentadas en sus
programas y sus protagonistas, la mayoría de la misma farándula, le han valido
encabezar durante años los primeros lugares de audiencia, y también la lista de
las más odiadas por algunos artistas. Si recordamos, unos de los episodios más
recordados y que causó mucha polémica fue cuando la cantante Noelia estuvo de
invitada en el programa, donde denunció a su madre Yolandita Monge y a su
padrastro Topy Mamery de abuso sexual. En
ese momento Cristina, quien era amiga de Mamery y Yolandita, defendió a
Noelia criticando a la pareja, lo que detonó una bomba atómica, y desde
entonces el empresario se ha dedicado a “rastrear” a la presentadora y hasta
alegrarse publicamente de que su programa sea cancelado en varias ocasiones.
No obstante, el fracaso de
estos talk shows alegan que se debe a que ya la audiencia se ha dado cuenta de
que casi todos son muy similares en su formato. Se presentan discusiones y al
final se ayuda de “buena fe” a los panelistas, creando una ilusión de heroínas
defensoras de la justicia, viéndole la cara de tontos a un público, que ya hizo
su anuncio de que sospechan que las situaciones violentas, hilarantes,
enternecedoras o irritantes que se registran en estos programas, son
dramatizadas por personas aparentemente
inéscrupulosas que por un pasaje de avión y una estadía en un hotel, actuan con
diferentes identidades en distintos casos.
POR: AMNELLYS RIVERA
Llantos, gritos, peleas, odio e
Infidelidades, entre otras debilidades humanas, han sido el pan nuestro de cada
día en los llamados talk shows que invadieron la televisión en la década de los
90 y que al parecer están en peligro de extinción.
Y es que en menos de lo que canta un gallo
se han cancelado dos de los más populares programas de conversación en la
televisión latina: Hablamos de “Pa’lante con
Cristina” y “ “Laura en América”, programas que alegadamente
fueron sacados del aire por falta de rating. Luego de rodar por diferentes
cadenas televisivas tirando los últimos cartuchos, estas producciones parece
que ya no contarán con el mismo respaldo del público, que aparentemente se
cansó de estas producciones, famosas por escudriñar dramas familiares y
pasionales, haciendo de los invitados el centro del espectáculo.
Cristina Saralegui, periodista
del mundo del espectáculo, ha sido la iniciadora de los talk shows con tinte latino. Las historias presentadas en sus
programas y sus protagonistas, la mayoría de la misma farándula, le han valido
encabezar durante años los primeros lugares de audiencia, y también la lista de
las más odiadas por algunos artistas. Si recordamos, unos de los episodios más
recordados y que causó mucha polémica fue cuando la cantante Noelia estuvo de
invitada en el programa, donde denunció a su madre Yolandita Monge y a su
padrastro Topy Mamery de abuso sexual. En
ese momento Cristina, quien era amiga de Mamery y Yolandita, defendió a
Noelia criticando a la pareja, lo que detonó una bomba atómica, y desde
entonces el empresario se ha dedicado a “rastrear” a la presentadora y hasta
alegrarse publicamente de que su programa sea cancelado en varias ocasiones.