Por Bolívar Balcacer
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New York es una ciudad fuera de serie y los mendigos dominicanos en esta metrópolis son los más creativos cuando a la hora de buscar los chelitos se refiere, es así como constantemente vemos el afán desmedido de dos o tres saltamontes que se inventan cualquier cosa para que Carlos Gomez un joven empresario dominicano dado a que le eleven su ego, le facilite de 500 a mil dolares a la manada de borregos que le siguen por doquier.
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"El Rey de los mendigos" no ha recibido un solo reconocimiento en New York sin que detrás estén los alabarderos y ciertas pulgas que con una migaja de pan se conforman aunque tengan que como Tarzán lanzar su grito de Mono…
Un reconocimiento en New Jersey, un reconocimiento en una iglesia, una plaquita aquí, una plaquita allá, que si es embajador de buena voluntad pero no está en el listado de ninguna de las instituciones que lo otorgan entiendase Onu, Unicef, OEA, no se conoce una sola labor que este personaje a realizado dentro del inventado titulo diplomatico que emanó de uno de los salones que pernotan en el Consulado dominicano en New York, todo cuanto recibe lleva la bendición de San dolar.
Cuando veo a los peseteros del "Circo Te Jodo en New York" en algún movimiento para conseguir 100 dolares, se que detrás viene la placa a Carlos Gomez el rey de los mendigos, antes era a Felix-Milano- Cabrera, pero al parecer por ese lado ultimamente no se están recibiendo las ordenes en el frote de la lampara de Aladino o ésta se secó fruto de la llegada de los hijos del muladar.
Cuando veo un reconocimiento a gente que no ha aportado nada por la dominicanidad en los últimos tiempos al menos en New York me da pena y vergüenza al mismo tiempo, cuando leo en los pocos medios que esas notas salen, que se reconoceran a gente que solo ha sabido explotar al maximo a la comunidad, me repugna el lambonismo que se presenta.