Las elecciones de 2016 en Estados Unidos son las primeras en las que
dos aspirantes latinos, los republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, tienen
posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca, pero defienden posturas
diametralmente opuestas a las de la mayoría de los votantes hispanos
Los
analistas estiman que el Partido Republicano necesita conseguir un 40 %
o 45 % del voto latino para poder ganar las elecciones, unas cifras
imposibles de alcanzar incluso si el candidato fuera un hispano, según
expertos consultados
\En las elecciones de 2012, el
republicano Mitt Romney obtuvo uno de los peores resultados históricos
entre los hispanos, con tan solo el 27 % frente al 71 % alcanzado por el
actual presidente, el demócrata Barack Obama.
"Este año podríamos
ver un resultado aún peor, teniendo en cuenta que el nivel de la
retórica antiinmigrante del Partido Republicano es más alto que nunca",
explicó a Efe Pili Tobar, directora de Comunicaciones de Latino Victory
Project, una organización que promueve las candidaturas de hispanos para
puestos públicos.
La campaña republicana, lejos de contener algún
gesto para atraer a los hispanos, está dominada por el duro discurso
del magnate Donald Trump, cuyo constante liderazgo en los sondeos fuerza
a sus rivales a mostrarse implacables con la inmigración irregular.
En
el último medio año, los hispanos han visto cómo Trump se adueña de los
medios pidiendo un muro entre México y EE.UU., cómo insulta
abiertamente a los inmigrantes, o cómo Cruz habla de "invasión" para
referirse a la inmigración irregular.
Además, la mayoría de los
latinos tiene también como prioridades las políticas económicas
inclusivas, el aumento del salario mínimo, el mantenimiento de las
ayudas sociales y el mejor acceso a la educación y la sanidad y, como se
ha comprobado en lo que va de campaña, todos los precandidatos
republicanos, también Cruz y Rubio, están situados en las antípodas de
esas propuestas.
"No les va a ayudar ser hispanos, porque en
ninguno de los asuntos importantes están donde está la comunidad
latina", dijo a Efe Ángela María Kelley, vicepresidenta senior de la
organización Center for American Progress (CAP).
Lo cierto es que
ni Cruz ni Rubio hacen bandera de ser hispanos. Se presentan como
productos de la clásica historia estadounidense de éxito, hijos de
inmigrantes humildes que llegan lejos, pero no enfatizan su origen
latino. Sobre todo, Cruz.
Hay además otro factor que juega en su
contra: ambos son de origen cubano, algo que comparten menos del 10 % de
los latinos de EE.UU., mientras que una amplia mayoría son de
ascendencia mexicana.