La República Dominicana ha pasado
por muchos cambios y acontecimientos importantes, que sin duda alguna
han marcado nuestra historia.
Rosalyn Morales y Luis A. Reyes
Iglesia Jesucristo Fuente de Amor
C/Carmen Mendoza de Cornielle #35,
Ensanche Quisqueya, Santo Domingo
República Dominicana
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1- La Primera República que abarca desde el periodo de la
proclamación de nuestra independencia nacional en 1844, hasta la pérdida
de la soberanía nacional cuando se produce la anexión a España en 1861.
Dentro de la misma hay dos sucesos notorios que me gustaría resaltar:
A) La pugna entre la reacción anexionista y liberal, dicha pugna fue
solo en los inicios, pues la burguesía no demoró en imponerse y
consolidarse en el poder gracias al despotismo.
B) La aparición del caudillismo; este surge por obra de la falta de
preparación política del pueblo, consecuencia a su vez del subdesarrollo
social y del afán de monopolizar el poder, alentado por las dos figuras
políticas más sobresalientes dentro de la burguesía, Pedro Santana y
Buenaventura Báez.
2-La Segunda República, comprende desde 1865-1916 y se caracterizó por:
A) El surgimiento de los grupos políticos: Rojos, verdes, azules. Y la dictadura de Buenaventura Báez.
B) La dictadura de Ulises Heureaux.
3-La Tercera República: Fragua nuestra contemporaneidad; este es el
período comprendido entre 1924-1966, se destacan el gobierno de Horacio
Vásquez, y más tarde la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo desde 1930
a 1961, y el gobierno democrático de Juan Bosch en 1963.
4-La Cuarta República: comprende el período constitucional o democrático desde 1966 hasta la fecha.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
Para ofrecer una respuesta ante el reto de la iglesia en su labor de
trasformar la nación es necesario que expongamos algunos de los
problemas que nos afectan en la actualidad. Enriquecimiento de un
pequeño grupo y empobrecimiento de la mayoría (1,300 mil dominicanos y
dominicanas viven en la pobreza extrema), corrupción administrativa,
desabastecimiento de los hospitales públicos, desamparo y marginación,
ausencia de un plan de desarrollo nacional, inseguridad ciudadana, falta
de una política de construcción de viviendas, violencia Intrafamiliar y
social, ausencia de una política de medio ambiente, serios problemas
morales, espirituales y emocionales, inseguridad ciudadana, alto costo
de la vida, 14% de desempleo, alto costo de los combustibles, falta de
oportunidades para la juventud, feminicidios, violencia intrafamiliar y
práctica irresponsable de sexualidad en adolescentes.
Carencia de los servicios públicos. (Luz Eléctrica, Agua Potable,
Recogida de Basura, dificultades en el área de salud, ausencia de
medicamentos en los Hospitales públicos entre otros). Problemas en la
construcción de vías para caminos vecinales, calles y avenidas sin
condiciones para ser transitadas Estado de tensión con Haití debido al
proceso de regularización migratorio establecido por la nación, en su
legítimo derecho como nación soberana de aplicar una política migratoria
coherente conforme a la Ley 285-04.
ACTITUD DE LA IGLESIA FRENTE A LOS PROBLEMAS NACIONALES
Luego de haber ofrecido este detalle acerca de las necesidades
principales de nuestro país, hoy me pregunto…. ¿Cuál ha sido la actitud
de la iglesia del ayer frente a los problemas de la nación?, y he
concluido que la Iglesia por mucho tiempo ha estado encerrada en los
templos, solo pendiente de sus propios problemas como entidad
cristiana. Rodeada de una fuerte dosis de religiosidad, donde la
espontaneidad espiritual ha quedado colgada en una pared en la mayoría
de los casos.
La actitud que la iglesia ha proyectado a lo largo de los años es de
auto-exclusión y aislamiento social, donde la indiferencia y la apatía
ante la situación de la nación ha sido el mismo año tras año. (Con
excepciones aisladas)
La realidad es que la iglesia del ayer se preocupó mayormente por sus
miembros locales y por las familias, satanizando la participación de
cristianos en la política, y obviando las situaciones de la nación que
cada vez son más patentes sin poder minimizarse y ocultarse.
Hemos visto mucha falta de respaldo de la iglesia a aquellos
cristianos, que incursionaban en el ámbito de la política social. A fin
de ocupar cargos públicos para representar los mas sanos intereses de
los valores nacionales.
Muchos en los años 70 y 80 usaron la teoría del escapismo
escatológico como excusa, que porque Cristo venia no había necesidad de
estudiar, ni de estar al día ante el acontecer nacional y mundial.
Nuestra posición ante la venida de Cristo es y seguirá siendo una
doctrina fundamental en la iglesia, que seguiremos proclamando sin
desmayar, pero que de ninguna manera anula nuestra responsabilidad de
seguirnos preparando en el presente para influir en la nación de manera
positiva y transformadora.
Lo cierto es que las iglesias del ayer no tenían un plan acabado y
una visión espiritual trabajada, sobre cuál era su objetivo y cómo
podían lograr esto. Se concentró en una teología folklórica con fuerte
dosis de religiosidad, legalismo rancio y ritualismo inoperante.
La iglesia actualmente está despertando en cuanto al rol que debe
jugar ante los problemas de su realidad social, y es por ello que tiene
que tomar la decisión de ser usada por Dios como punta de lanza para
promover una transformación genuina en esta tierra que nos vio nacer.
El llamado que Dios hace a la iglesia comprende:
Que la iglesia tiene que tener un plan a desarrollar. ( No es un
asunto de sentimientos, emociones o pasión superficial, sino se trata de
un plan organizado basado en la palabra de Dios, la guianza del
Espíritu Santo y la unidad espiritual de la iglesia, y las necesidades
múltiples de la República Dominicana.
Comprende en acciones bien enfocadas, a fin de cosechar resultados
eficaces. Bajo una visión clara y definida de como vamos a lograrlo y
hasta donde queremos llegar. Evaluar y trabajar las causas de los
problemas para cambiar los efectos presentes.
Activados absolutamente por la voz de Dios en su palabra cuando dice:
En el Salmo 2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como
posesión tuya los confines de la tierra.
Pídele al Señor que quieres ser un agente de cambio para que nuestra
nación pueda ser transformada por él, tenemos la certeza en la fe que él
lo hará por cuanto lo ha dicho en su palabra.
Nosotros como iglesia de Dios, tenemos un llamado a las naciones y es
para transformarla, siendo luz para ella en medio de la oscuridad.
Jesús dice a sus Discípulos en la gran comisión de Mateo 28:19-20;
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del padre, y del hijo y del Espíritu Santo. Enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen”.
Visión y acción de Dios para que la iglesia transforme la nación
Utilizar las mismas estrategias que uso Jesús y los Apóstoles para
impactar la generación de su tiempo. Salieron de las sinagogas y se
fueron a las calles, se acercaron a la gente, establecieron su
ministerio entre las multitudes. (Sin importar condición social, no
haciendo acepción de personas, sino predicando el mensaje de salvación a
todo aquel que creyera en Jesús). Pasar mucho tiempo de conversación
con Dios para que el Espíritu Santo nos use.
Actitudes llenas de compasión y misericordia para que a través de
éstas testifiquemos con nuestros hechos a los que no conocen al Señor.
Entrega total y pasión en la obra que nos ha sido encomendada.
Compañerismo y unidad cristiana. Uso de recursos humanos, de dones y
capacidades en lo financiero. Penetración en la educación, la familia,
la política, el sector gubernamental, economía, artes, y religiones
diversas; no verlos como competencia sino como blancos de
evangelización. Penetración a los medios de comunicación masivos. Apoyo y
respaldo de las iglesias a los hermanos con vocación de servicio a la
comunidad y la nación. Hacer guerra espiritual contra fuerzas
espirituales de la oscuridad.
En conclusión
Iglesia Dios te da la autoridad para transformar nuestra nación,
recuerda que el Espíritu Santo ha puesto sobre tí su unción para
impactar esta generación de forma poderosa con lo que has recibido de
parte de él.
Valentía y Audacia es lo que el Espíritu imparte a su iglesia para
poder llevar a cabo este proyecto de transformación, solo pídele al
Espíritu Santo que por amor a Jesús haga que la iglesia pueda cumplir el
papel que le corresponde. Hoy mas que nunca necesitamos ver la mayor
demostración del poder transformador del Espíritu Santo obrando sobre
nuestra nación. Como pueblo de Dios tenemos que admitir que somos la
única vía para que nuestro país tome un destino diferente, del que hasta
ahora ha estado llevando. Ahora es el tiempo de la transformación y de
la visitación del Espíritu Santo para la República Dominicana. Dios es
el único que puede cambiar el corazón del hombre y por consiguiente la
sociedad.
Antorcha de fuego que ilumina el camino debe ser la iglesia de hoy,
para la ardua labor cargada de responsabilidad que le tocara llevar a
cabo. No estamos solo en esto, la respuesta de Dios ante nuestro pedido
se hace real ante nuestra mirada.
La iglesia en su generalidad no se encuentra al grado máximo de lo
que puede dar espiritualmente hablando, quizás un poco de fuego por allá
y otro acá, pero con eso no es suficiente. Necesitamos aumentar nuestra
temperatura espiritual y desatar para nuestra nación un derramamiento
del Espíritu que sea histórico y sin precedentes, algo jamás visto. Para
que entonces nuestro país sea impactado por el poder transformador de
Cristo Jesús, para que las naciones conozcan que algo glorioso está
pasando en esta nación y que esta tierra ha sido sanada y conquistada
para Jesús.
2do Libro de Crónicas 7:14 dice: Si se humillare mi pueblo, sobre el
cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonare sus pecados, y sanare su tierra.
Que nuestra petición sea ante el Señor, ver una sociedad transformada
en todos sus ámbitos y a un país doblegado ante su poder. Bendiciones.