Fuente primerahora.
“Chumba la candela, maquinolandera”: el swing del sonero mayor, Ismael Rivera.
La
expresión musical en Puerto Rico guarda una riqueza inmensa en su
diversidad de grandes contrastes y de gran arraigo popular, como "el
saoco" que nos legó el sonero mayor, Ismael Rivera.
¿Por qué le
dicen el sonero mayor a Ismael Rivera, si tenemos otros soneros?,
preguntamos al sociólogo e investigador Angel "Chuco" Quintero.
"Porque
tiene una forma rítmica distinta, no en la letra de las canciones, sino
como juega con el ritmo en los coros", dijo Quintero, autor del libro
“Saoco salsero, el swing del sonero mayor, sociología urbana de la
memoria del ritmo en Puerto Rico”.
Para las décadas de 1950 a
1970, dijo, en Puerto Rico se impuso la música del sonero mayor, la que
describió como una expresión contestataria y de mucho arraigo popular,
cuya influencia aún se siente.
En su libro, cuya presentación es
hoy miércoles a las 6:30 de la tarde en el Museo de la Universidad de
Puerto Rico, Quintero aborda la trayectoria de Rivera en esas décadas
del 50 y 70 y para eso hace un recorrido desde el siglo 19 hasta el
presente.
¿Qué aspectos del siglo 19 analiza?
Considero
la formación y desarrollo de Santurce y la importancia de los negros
libres. En Santurce no habían esclavos. En Puerto Rico los esclavos
constituían un 20 por ciento de la población.
"Eso le da un cariz
especial a la cultura esa que se va a afirmar mucho, de negros
libres. No la del esclavo que está siendo vigilado y subyugado, lo que
hacía más difícil su expresión cultural", señaló el investigador.
El
negro libre tenía un orgullo y una especial parejería, dijo. Este
aspecto es fundamental al momento de forjarse los grupos musicales, como
fue el conocido grupo Los Pardos.
Uno de los líderes musicales de Los pardos, apuntó, era de apellido Cortijo.
Quintero
incorpora a su ensayo los hallazgos de otro investigador en torno a los
apellidos que existían en Santurce en el siglo 19, entre los que
figuraban Ayala, Cortijo y Cruz.
"De ahí se ubica en las décadas del 50 al 70, en el siglo 20, el movimiento musical de Cortijo y de Rivera.
Los ritmos y soneos de Ismael Rivera
Quintero
mencionó como un evento novel el que por primera vez se grabó la
música de bomba y se llevó al mundo del disco que hasta entonces, según
este, no se había hecho.
"Hay ese diálogo entre el tamborero y el
bailarín, donde ambos improvisan y dialogan sus impresiones. En el
libro, yo examino los soneos de Ismael Rivera y cómo le sacaba rimas a
los ritmos. Porque a él le llaman el sonero mayor, pero en términos de
letras, no compara con los de Gilbertito Santarrosa, que son más
elaborados. Pero, lo que hace grande a Ismael es cómo soneaba,
repitiendo la rima que estuviera acompañando a los coros de bomba",
precisó.
Anoche en el baile charlatán, le diste a mi Lola, le diste, le diste, le diste, dale ahora.
"Está
diciendo lo mismo, pero en una forma rítmica distinta. Es lo que lo
hace un sonero inolvidable, más que sus palabras. Ismael es como un
puente entre el mundo de la bomba, la plena y la guaracha y
entonces con la salsa", acotó.
Quintero menciona como Rivera se
mueve a Nueva York e influencia a otros músicos, como fue el caso de
Rubén Blades y Héctor Lavoe, quienes les hicieron coro, por ejemplo, en
Las caras lindas.
"Lo veían a él, siempre como el maestro", apuntó.
¿Qué es saoco?
Esa
es una palabra que tiene muchos significado en el mundo popular. Es ese
sabor oblicuo, con la astucia al cantar. Es cierta astucia de jugar con
la rima y los metros.
Quintero recordó que la mamá de Rivera era la que componía alguna de las canciones, mencionando:
Oh, oh, oh, oh,(maquinolandera
ay, maquinita landera (maquinolandera)
ayer se fue con Chavela (maquinolandera)
se fue pa’ la rumbandela (maquinolandera)
ay, maquinita landera (maquinolandera)
ayer se fue con Chavela (maquinolandera)
se fue pa’ la rumbandela (maquinolandera)
Comentó que son ritmos trabalenguosos.
Otra
canción que escribió la madre de Rivera, fue las Ingratitudes de esa
mujer, refiriéndose, dijo, a la dueña de la casa en la que trabajaba
como empleada doméstica.
Las ingratitudes de esa mujer, que su nombre nunca preguntó.
Contraste con música popular ponceña
En
Ponce, aunque todos los compositores eran del mundo popular del pueblo,
con su música lo que hacían era como agradar a la clase dominante, por
esas danzas como Alma Sublime y Felices días, donde no hay una
expresión contestaria de desafío.
No volverán jamás felices días de amor, mi pobre corazón, a consolar, a consolar..
“En
las últimas tres décadas del siglo 19, el desarrollo de la cultura
musical estaba en Ponce, aunque se hacía para complacer a los sectores
dominantes”, reiteró.
“En mi libro destaco cómo Santurce se
convirtió en los primeros 70 años del siglo 20, en el centro cultural
del país. La avenida Ponce de León era como decir el Broadway nuestro,
con sus teatros y lugares donde tocaban las orquestas… Era un mundo con
una tradición muy fuerte cultural de mulatos y negros libres, en la
época de la esclavitud, que logran esa hegemonía y ebullición cultural
en Santurce”, puntualizó.
El investigador expuso que aunque esa
efervescencia musical que se dio en Santurce era dirigida también a los
grupos dominantes, en su música y en su letra, no hay esa deferencia.
“Hay un plebeyismo y un cafretismo desafiante.”, describió.
“Eso se ve bien claro en la trayectoria de Ismael Rivera”, recalcó.
Otra expresión que cobró fuerza en Santurce, dijo, fue el Equipo de los Cangrejeros, que era el mejor de esa época.
“Al
igual que Cortijo, fue un equipo fundamentalmente de negros o mulatos,
que incluyó a Roberto Clemente, Orlando “Peruchín” Cepeda, Rubén Gómez y
otros. Muchos de los jugadores de las ligas negras de Estados Unidos
venían a jugar a Santurce en la época en que el béisbol estaba
segregado. Acá tuvimos de los mejores jugadores americanos negros, como
Willie Mays”, recordó.
“Mientras ellos sufrían discrimen, hay
testimonios que apuntan a que eran locos con venir a jugar a Puerto
Rico, porque aquí eran héroes”, acotó.