
El impresionante desembolso de Berlusconi se habría dado entre 2009 y 2010, durante las fiestas que organizaba en su residencia en Arcore, a las afueras de Milán, según informa el diario El Mundo.
Ante la sala que procesa a Berluconi por presunto delito de prostitución de menores, el contador Spinelli indicó que él cobraba los cheques que le firmaba Berlusconi todos los lunes. Incluso, las chicas le contactaban para informarles de sus requerimientos económicos.